El partido entre San Lorenzo y Platense, disputado el sábado en el Nuevo Gasómetro, volvió a abrir la polémica sobre la utilización de la tecnología en el fútbol argentino. A los 42 minutos del primer tiempo, desde la cabina del VAR se comunicaron con Patricio Loustau por un posible offside en la jugada que derivó en el gol de Adam Bareiro y el 2-0 parcial para el Ciclón.
Aunque finalmente se ratificó la decisión inicial de convalidar el tanto, Fernando Niembro, comentarista en una de las cabinas del Estadio Pedro Bidegain, fue crítico por considerar que en este tipo de acciones, al ser tan finas, no se debería frenar el juego.
“Si el jugador no está habilitado por una uña, dale para adelante. Es como si estuvieran en la misma línea. No tiene intención de sacar ventaja. No es que está parado esperando con una caña de pescar, es una acción de juego”, comentó el periodista.
Y, luego, fue más al hueso: “El VAR es un elemento nuevo, todos los discutimos. Yo no discuto el elemento técnico, sino la capacitación de los árbitros. Por favor, no paremos por una situación de este tipo. No nos enamoremos del VAR”
Boca y River con el VAR como protagonista
Al día siguiente, en la Bombonera, la polémica llegó sobre el final del encuentro. Con el resultado igualado entre Boca y Lanús, y con el local volcado en ataque, un centro de Frank Fabra que rebotó en el brazo derecho de Ángel González generó la protesta efusiva de los jugadores de Xeneize.
¿La mano del jugador Granate amplió el volumen de su cuerpo? En caso de ser así, ¿esa posición es antinatural o es producto del movimiento de su cuerpo para intentar rechazar el balón? Estas son las cuestiones que, según el reglamento de la IFAB (International Football Association Board), analizó Facundo Tello y los árbitros del VAR para terminar ratificando la decisión inicial de no sancionar penal.
“En la jugada de Boca-Lanús hay un movimiento de desestabilización de Fabra a González que hace que el jugador de Lanús no tenga ninguna intención de tocarla con la mano. A su vez pega en un límite de zona permitida del cuerpo, fue totalmente natural y casual”, aseguró Federico Beligoy, director nacional de arbitraje de la AFA, dándole la derecha a los jueces de la cancha y del VAR.
Los jugadores de Boca le protestan al árbitro Facundo Tello. Foto: German Garcia Adrasti – FTP Clarín.
Horas más tarde, en Banfield–River, Pablo Echavarría fue quien quedó en el ojo de la tormenta. Con el partido 1-0 en favor del Taladro, un centro desde la izquierda, sin aparente peligro, tocó en la mano de Franco Quinteros luego de que el defensor falle en su intento de despejar de cabeza.
En este caso, se decidió modificar el fallo original y se sancionó tiro desde los doce pasos en favor del Millonario. Enzo Fernández se encargó de convertir en gol y poner el 1-1 parcial. Jugadas similares, resoluciones diferentes.
Pablo Echavarría chequea el monitor del VAR y decide cobrar penal en favor de River Plate. Foto: Marcelo Carrol – FTP Clarín.
¿Consigue el jugador del Taladro que su cuerpo ocupe más espacio por la posición de su brazo? ¿Acompaña el movimiento corporal o es antinatural?
Lo que está claro es que, tal como lo indica la regla, “no todos los contactos del balón con la mano o el brazo constituyen infracción”.
En ese sentido, Beligoy aseguró este lunes que “bajo ningún punto de vista” el penal sancionado a favor de River debió ser convalidado, luego de la supuesta mano de Franco Quinteros, defensor de Banfield, que se sancionó luego de la intervención del VAR.
“Nosotros no tenemos confusión. Obviamente el VAR identifica una situación, errada, lo llama a (Pablo) Echavarría para que revise y a nuestro entender no ha tomado una buena decisión. Nos equivocamos. Como nos equivocábamos sin VAR, nos equivocamos con VAR”, sostuvo.