La glándula tiroides es de vital importancia para el funcionamiento del organismo, por eso se considera que es la glándula que marca el reloj corporal ya que afecta la producción de energía, el metabolismo, la temperatura del cuerpo y la frecuencia cardíaca. La tiroides se ubica en la base del cuello por delante de la laringe, con una forma que recuerda a la de una mariposa.
La función de la tiroides, que es una glándula endocrina, es concentrar el yodo para producir las hormonas tiroideas (T4 y T3) que son almacenadas y luego se vuelcan al torrente sanguíneo para llegar a todo el organismo. En todo el cuerpo, regulan distintos procesos metabólicos tales como la producción de calor, el crecimiento y desarrollo, la reproducción, y el funcionamiento de los distintos órganos y sistemas, detalla la Sociedad Argentina de Endocrinología y Metabolismo (SAEM).
Unas 750 millones de personas padecen alguna patología tiroidea en el mundo, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, entre las personas afectadas por estas enfermedades, el 60% desconoce su condición. Desde 2008, cada 25 de mayo se celebra el Día Mundial de la Tiroides para tomar conciencia sobre la importancia del funcionamiento de esta glándula en el organismo y su impacto sobre la salud.
La alteración de las hormonas tiroideas genera síntomas diversos que pueden confundirse con otras enfermedades de origen psiquiátrico, cardiológico, gastroenterológico, y demorar el diagnóstico. Las acciones de las hormonas tiroideas son imprescindibles en todas las etapas biológicas de un ser humano desde la concepción hasta la vejez.
“Las enfermedades tiroideas pueden afectar el funcionamiento de la glándula ocasionando hipotiroidismo (cantidad insuficiente de hormonas tiroideas) e hipertiroidismo (exceso de hormonas tiroideas). Estos trastornos pueden ser de origen autoinmune, aunque hay otras causas. Por otro lado, la glándula puede afectar su anatomía, produciendo aumento de su tamaño en forma global o en forma de nódulo único o múltiple ocasionando en la minoría la posibilidad de cáncer de tiroides”, detallaron desde la SAEM.
Es la inadecuada producción o aprovechamiento de las hormonas o sustancias que elabora la glándula tiroidea y provoca síntomas como cansancio, decaimiento, mucho sueño, sequedad de la piel, intolerancia al frío, hinchazón de los párpados sobre todo al despertarse, constipación, dificultad para mantener el peso habitual, irregularidades en la menstruación en la mujer, impotencia sexual en el hombre e infertilidad en ambos sexos, entre otros.
“Cuando los niveles de hormona tiroidea están bajos, los procesos corporales comienzan a funcionar con lentidud y usted podrá notar que siente más frío y se fatiga más fácilmente, que su piel se reseca, que tiene tendencia a olvidarse de las cosas y a encontrarse deprimido y también comienza a notar estreñimiento”, explicó la doctora Virginia Busnelli, (MN 110351), médica especialista en nutrición y directora del Centro de Endocrinología y Nutrición CRENYF.
Como los síntomas son tan diversos, la única manera de saber con seguridad si tiene hipotiroidismo es haciéndose las pruebas de sangre, destacó Busnelli y repasó los pasos para el diagnóstico:
1- Síntomas: el hipotiroidismo no posee ningún síntoma característico, y no existe ningún síntoma que esté presente en todas las personas con hipotiroidismo. Además, todos los síntomas que pueden tener las personas con hipotiroidismo también pueden presentarse en personas con otras enfermedades.
2- Revisación: su médico examinará la tiroides y buscará cambios tales como resequedad de la piel, inflamación, reflejos lentos y latidos cardíacos más lento.
3 – Análisis de sangre: hay dos pruebas de sangre que se utilizan en el diagnóstico de hipotiroidismo: TSH que debería estar elevada y la T4 libre que debería estar disminuida dependiendo si el hipotiroidismo es clínico o subclínico.
Es importante destacar que, si bien el hipotiroidismo no se puede curar, es posible controlarlo. Todos los síntomas del hipotiroidismo se normalizan con el tratamiento de la hormona tiroidea.
Es el aumento de hormonas tiroideas en la sangre y en general se da con menor frecuencia que el hipotiroidismo. Los signos y síntomas más frecuentes son pérdida de peso (a pesar de mantener una ingesta de alimentos adecuada), irritabilidad, piel caliente, aumento del ritmo evacuatorio, temblor, insomnio, exoftalmos (ojos saltones), aumento de la frecuencia cardíaca, arritmias cardíacas, detallaron desde la SAEM.
Sin embargo, en los adultos mayores puede presentarse con escasos o sin síntomas. La causa más frecuente del hipertiroidismo es autoinmune (Enfermedad de Graves), le siguen tiroiditis subaguda (inflamatoria), nódulo tiroideo productor de hormonas tiroideas (Enfermedad de Plummer).
“La hormona tiroidea generalmente controla el ritmo de todos los procesos en el cuerpo. Este ritmo se conoce como su metabolismo. Si existe demasiada hormona tiroidea, toda función del cuerpo tiende a acelerarse”, explicó la doctora Busnelli.
El hipertiroidismo generalmente comienza lentamente, por eso “al principio los síntomas pueden confundirse con el simple nerviosismo debido al estrés. Si el paciente ha estado tratando de perder peso por medio de dietas, puede sentirse complacido con los resultados hasta que el hipertiroidismo, que ha acelerado la pérdida de peso, ocasione otros problemas”, amplió la especialista que es autora del libro ¿Es Estrés o tu tiroides?.
En la enfermedad de Graves, que es la forma más común de hipertiroidismo, los ojos pueden verse grandes porque los párpados superiores están levantados. A veces, uno o ambos ojos pueden sobresalir. Algunos pacientes tienen inflamación en la parte anterior del cuello debido a un agrandamiento de las glándulas tiroides (bocio).
No existe un tratamiento único que sea el mejor para todos los pacientes con hipertiroidismo. Busnelli señaló que “el tratamiento que el médico seleccionará dependerá de la edad, el tipo de hipertiroidismo, la severidad de la patología y otras condiciones médicas que pueden afectar la salud respecto al uso de drogas antitiroideas, cirugía o yodo radioactivo”.
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