Se vieron hace 15 días, cuando la Selección le ganó a Italia la Finalissima en Londres. Pero Leandro Paredes y Angel Di María se abrazan como quienes se reencontraron después de meses de estar alejados por culpa de la pandemia. Hasta hace poco fueron compañeros en el Paris Saint-Germain y el lanzamiento del vino premium del mediocampista de 27 años es la excusa perfecta para cruzarse otra vez y darse ese saludo fraternal.
Paredes aprovechó el evento para rodearse de afecto. “Mi Victoria”, se llama este blend de malbec gran reserva 2018 elaborado por la Bodega Barberis para el ex jugador de Boca que junto a su hermana al fin pudo darle forma a este proyecto familiar que lleva más de tres años de planificación.
“Arrancó todo en una reunión familiar. Después de un partido con la Selección estábamos reunidos y de ahí salió la idea y el proyecto de sacar mi propio vino. A todos nos gustó mucho y nos pusimos en campaña para hacerlo”, le explica a Clarín el 5 de la Scaloneta. que no pudo jugar en Londres ni el amistoso con Estonia en Pamplona ya que se recupera de una operación por una lesión en la zona del pubis realizada en abril.
Paredes y Angel Di María, excompañeros en el PSG y piezas clave de la Scaloneta. Fotos: Rocío Aielo y Mila PH. Producción: Nicolás Di Raimondo.
“El nombre lo elegí un poquito por mi historia y mi carrera y también por mi hija que se llama Victoria”, cuenta Paredes, que se hace un tiempo en medio de la íntima presentación para charlar con este diario a solas de su presente y, claro, también del gran presente del conjunto nacional y del Mundial que se viene en Qatar en noviembre de este año.
“En este momento me están pasando cosas muy lindas en mi vida y en lo profesional, en el club y en la Selección”, confiesa con una expresión de satisfacción, y se presta al ida y vuelta en el que revive el instante en el que junto con Rodrigo De Paul rompieron el hielo para iniciar la amistad con Lionel Messi.
-¿Cómo estás de la lesión?
-Bien. Gracias a Dios la lesión pasó. Los dolores pasaron. Estoy volviendo a estar bien físicamente así que eso me pone más que feliz.
-¿Estás para arrancar la pretemporada al ciento por ciento tras las vacaciones?
-Sí. Todos los días estoy yendo al predio de la AFA en Ezeiza para seguir poniéndome bien, para seguir mejorando de la lesión y para ponerme a punto físicamente que hoy es lo más importante.
-Lesionado y todo decidiste estar igual junto a la Selección en Bilbao y en Londres, ¿eso habla de las ganas de querer estar y de no perderse nada?
-Tenía la ilusión de poder estar en la final con Italia. Sabía que los tiempos me jugaban en contra. Pero me queda saber que lo intenté. Intenté llegar, pero la lesión no me lo permitió.
-¿Querías llegar a estar en Wembley a toda costa?
-Y sí, porque yo sabía lo importante que era para nosotros ese partido. Teníamos una prueba muy importante por delante que era la de enfrentar a un país europeo en una final y en Wembley. Con Italia… La ilusión era muy grande, pero los tiempos no jugaron a mi favor.
-¿Y cómo lo viviste desde afuera?
-La verdad es que lo pude disfrutar mucho. Normalmente es muy difícil disfrutar cuando uno lo ve desde afuera, pero mis compañeros hicieron un partido perfecto. Y todos pudimos disfrutarlo, ellos adentro y los que lo vivimos del otro lado.
Leandro Paredes, su mujer, Camila Galante y sus hijos, Victoria (le dio el nombre al vino) y Giovanni. Fotos: Rocío Aielo y Mila PH.
Paredes es uno de lo pilares del plantel comandado por Lionel Scaloni. Es uno de los que tiene más presencias en el ciclo del entrenador nacido en Pujato, pero, fundamentalmente, es una pieza clave en el juego. Sin embargo, también fue uno de los que puso la piedra fundamental para comenzar a formar el grupo unido que hoy se ve en la Selección.
La historia cuenta que en una de esas primeras concentraciones en los que la Argentina transitaba un fuerte recambio, él junto con De Paul, fueron a tocarle la puerta de la habitación a un tal Messi para invitarlo a jugar al truco. Y de ese momento formaron una gran amistad que es el núcleo de la Scaloneta.
-¿Es cierto eso?
-Sí, fue así. Estábamos en una tarde en la que nos quedaban todavía dos horas para ir a entrenar y no sabíamos qué hacer. Y con Rodri dijimos: “Ya está, agarremos las cartas, agarremos el mate y toquémosle la puerta a Leo”. La idea era jugar un partidito de truco, tomar unos mates y escuchar un poco de música y esperar que él nos recibiera de la mejor manera. Tuvimos la suerte que nos abrió la puerta de su habitación y de que todo fluyó muy bien. A partir de ahí comenzó la relación que hoy tenemos.
Los Di María, presentes en el evento que se realizó en el Faena Hotel de Buenos Aires, con producción de Nicolás Di Raimondo. Foto: Rocío Aielo Mila PH.
-¿Ya palpitan el Mundial?
-Nosotros estamos muy tranquilos. Venimos haciendo las cosas muy bien y lo tenemos en claro. Vamos por el camino correcto. Trataremos de seguir mejorando y creciendo como equipo y como grupo.
-¿Se transformaron en candidatos?
-Queremos llegar con toda la ilusión pero principalmente bien física y mentalmente, que eso es lo más importante para jugar un Mundial. La ilusión va a estar siempre.
-¿Tenés en claro tu futuro inmediato? ¿Seguirás en PSG este semestre?
-Es difícil saber el futuro porque lo que sí sabemos es que en el mercado pueden pasar muchísimas cosas. Pero yo estoy muy feliz en mi club, quiero quedarme para seguir estando ahí y pelear por cosas importantes. Después se verá.