Darío Benedetto fue la cara de la decepción de Boca en la serie por octavos de final de la Copa Libertadores. Tuvo dos penales, uno en el primer tiempo -lo estrelló contra el palo- y otro en la serie donde le tocó el quinto remate para sellar el boleto a cuartos, pero elevó su remate por encima del travesaño. Después, Corinthians se impuso y en Boca se desató el descontrol.
El Pipa habló por primera vez tras la salida de Sebastián Battaglia y los rumores que indican una relación quebrada entre los referentes del plantel y los miembros del Consejo de Fútbol que lidera el vicepresidente, Juan Román Riquelme.
“Los penales no los quise volver a ver. Como delantero fue muy difícil. Fueron días muy difíciles y apenas pasó una semana”, dijo el delantero.
Con respecto a la polémica arenga que dio en el túnel antes del partido con Corinthians, explicó: “No fue un mensaje para nadie, fue simplemente una arenga. Lo que tenía que aclarar, lo aclaré con quien lo tenía que aclarar. Fue una arenga en un partido previo a una definición de Copa Libertadores y quería mojarles la oreja a los jugadores. Nunca me di cuenta que había una cámara”.
“Yo hablo mucho con Román (por Riquelme), hablo mucho con la gente del consejo”, completó el Pipa.
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