Fue una de las figuras en la época dorada del Barcelona, el que ganó 14 títulos en cuatro temporadas de la mano de Pep Guardiola, pero también vivió la mala, como fue el histórico 8-2 con el Bayern Munich y tiempos en los que el Barça navegaba sin rumbo.
Gerard Piqué tiene un enorme sentido de pertenencia por el Culé, el club que lo formó y en el que está próximo a disputar su decimoquinta temporada como profesional, por eso lleva largos meses haciendo todo lo que está a su alcance para continuar jugando allí.
Contra viento y marea, dado que su agitado ritmo de vida, con la escandalosa separación de Shakira de por medio y las constantes lesiones, lo llevaron a entrar en conflicto con Xavi Hernández, quien optó por contratar al francés Jules Koundé en su lugar.
Xavi Hernández da indicaciones Piqué durante el partido de ida frente a Napoli por la Europa League. EFE/ Alberto Estévez
Sin embargo, Piqué resiste. Parecía que su futuro estaba lejos de Barcelona hace algunos meses, pero una conversación cara a cara con Joan Laporta en junio, en la que se comprometió a dejar de lado los excesos y enfocarse de lleno en ponerse a punto físicamente, además de aceptar una rebaja salarial casi del 50%, cambió el rumbo de la historia. Al menos por el momento.
El presidente, junto con el director de deportivo Mateu Alemany, funcionó como mediador de los conflictos entre el futbolista y el entrenador, que hoy parecen haber quedado atrás.
A principios de año, el defensor había salido al cruce de versiones que lo mostraban como el jugador mejor pago del plantel y le respondió directamente al periodista Lluis Canut, conductor del programa ‘Onze’, por ‘Esport 3’, quien aseguró que su ficha anual era de 28 millones de euros.
“Personajes como éste cobrando de una televisión pública para defender a sus amigos. Aquí tienes el 50% de mi nómina cobrada hasta el 30 de diciembre. Respeta un poco”, disparó el central, vía Twitter, y dejó una foto que muestra la cifra de 2.328.884,39.
Además de la rebaja salarial que aceptó en junio, ya había hecho lo mismo en agosto de 2021, cuando estaba Ronald Koeman al frente del equipo, lo que permitió la inscripción de Memphis Depay y Eric García como refuerzos.
Posteriormente, siguieron su camino Sergio Busquets, Sergi Roberto y Jordi Alba, los otros capitanes del equipo, con motivo de darle un respiro económico a las arcas de un club que en la temporada 2020-21 tuvo pérdidas por 487 millones de euros.
Ahora, un nuevo gesto de Piqué. La renovación del contrato que había firmado con Bartomeu hasta junio de 2024 estipulaba un aumento que el ex Manchester United, luego de charlas con la actual directiva, aceptó no cobrar.