La Laver Cup está en los ojos de todo el mundo. Este torneo fue el elegido por Roger Federer para ponerle fin a su brillante carrera. Pero en este evento, que tiene como protagonista a uno de los mejores tenistas de la historia, sucedió un hecho que dejó atónito al público. Y no tuvo que ver precisamente con cuestiones deportivas.
En el inicio del segundo set entre Stefanos Tsitsipas y Diego Schwartzman, uno de los partidos de la jornada, un activista ambiental irrumpió en la cancha y, en señal de protesta, se prendió fuego el brazo. Al utilizar combustible, las llamas se extendieron también a una pequeña parte de la cancha. La seguridad rápidamente actuó y quitó a esta persona para poder reanudar el encuentro, que terminó siendo victoria 6-2 y 6-1 para el griego.
Según medios españoles, el joven protestaba contra el uso de los aviones privados en Reino Unido, una polémica que se instaló también en el fútbol cuando le preguntaron al respecto al entrenador del PSG. “End UK private jets” algo así como “Basta de jets privados en el Reino Unido” fue la leyenda que lucía en su remera el muchacho que protagonizó la protesta.
Las cámaras de TV no captaron la secuencia, una práctica que se respeta en este tipo de eventos con alcance a nivel mundial, pero un espectador lo filmó y lo subió a las redes.
La protesta que inició un activista en medio de la Laver Cup. Foto: Reuters/Andrew Boyers.
La polémica con los vuelos privados
En el mundo del deporte la polémica ambiental respecto a la contaminación que surgen de los vuelos privados también se instaló. Fue en Francia, a principios de este mes, luego de que el París Saint Germain realizara un viaje en avión desde la ciudad capital a Nantes, para disputar un partido.
Lo cierto es que la distancia eran solo 400 kilómetros y con los trenes de avanzada que se utilizan en el Viejo Continente hay posibilidad de realizar el mismo trayecto en menos de dos horas, con menos costo ecológico que el que implica viajar en avión.
Alain Krakovitch, director de la compañía ferroviaria francesa SNCF, puso el grito en el cielo y en su cuenta de Twitter se ofreció para trabajar codo a codo con el club parisino. En tanto, la ministra francesa de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra, dio su apoyo a la propuesta para transportar a los equipos de fútbol en tren dentro de Francia.
La reacción de Mbappé y Galtier que causó indignación
En una conferencia de prensa previa al partido entre París Saint Germain y Juventus, por la Champions League, al entrenador Christophe Galtier se le consultó sobre las críticas por el abuso de los vuelos privados, y si tenía pensado tomar alguna decisión al respecto.
Inmediatamente, Mbappé miró a su entrenador y no pudo aguantar la risa. Lo mismo pasó con Galtier que se lo tomó en broma. Después de doce segundos de no poder contener las carcajadas, el técnico deslizó: “Perdóneme, no me esperaba esa pregunta”.
El momento en que Mbappé y Galtier se ríen ante la pregunta del periodista. Foto: AP
Lo que siguió fue un mensaje escueto, al que no le faltó su cuota irónica: “Para ser honesto con usted, esta mañana he hablado con la empresa que organiza nuestros viajes para ver si podemos viajar en un carro con una vela”.
El video del momento no tardó en viralizarse en las redes sociales y comenzó a generar un gran revuelo en Francia con reacciones negativas.
Bruno Le Maire, ministro francés de Economía y Finanzas, salió al cruce por lo acontecido en la conferencia al remarcar que “era el momento más inoportuno para reírse”. Y enfatizó: “Creo que todos tenemos que tomarnos en serio el cambio climático“.
En una entrevista al canal BFMTV, Le Maire apuntó que la respuesta de Galtier “está fuera de lugar” y se sumó a las primeras reacciones negativas que habían llegado por parte otros miembros del Gobierno, como la ministra de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra: “Señor Galtier, nos acostumbró a respuestas más pertinentes y responsables, ¿hablamos?”.
“Pero ¿cómo se les ocurre responder eso? Despierten muchachos. Esto es París”, agregó la alcaldesa de París, la socialista Anne Hidalgo, que aplica una política para luchar contra el cambio climático en la capital.