Telesol Diario habló con Darío Zamora, quien encabeza el proyecto que se desarrolla en la Unión Vecinal del Barrio Santo Domingo, en Chimbas. Acuden niños y jóvenes para perfeccionarse en tan prestigioso puesto.
Los arqueros cumplen un papel fundamental en los equipos de fútbol. Esto quedó demostrado en cada pelota que atajó el Dibu Martínez en el Mundial de Qatar 2022. El arquero, campeón del mundo, es símbolo de admiración de muchos chicos de la nueva generación que apuestan a cumplir el sueño de llegar a ser profesionales bajo los tres palos.
En San Juan existe un semillero, denominado “Locos por el Arco”. Bajo la supervisión del experimentado guardameta sanjuanino, Darío Zamora, niños y jóvenes entrenan para perfeccionarse y avanzar en el puesto de guardavalla en la Unión Vecinal del Barrio Santo Domingo.
Telesol Diario habló con el referente del proyecto deportivo sobre cómo es ser arquero y qué se necesita para comenzar. “Realmente el arquero tiene que tener su entrenador, aparte del jugador de campo. Este se dedica a hacer otro trabajo que nada que ver al programado físico y al DT. Tiene que hacer su trabajo de reacción, de velocidad, reflejo, de técnica”, dijo el guardametas que surgió de San Martín.
“Todo arquero tiene que tener ese plus de locura, de coraje, para poder afrontar bajo los palos. Viste que si te hacen un gol medio sonso, tenés que afrontarlo de la mejor manera y poder salir adelante en el partido. Por eso, tiene que tener un plus para poder salir adelante, trabajar psicológicamente también para que no vuelva a suceder eso y poderlo ser fuerte”, afirmó Darío, quien hoy defiende el arco de Centenario Olímpico.
A su vez, el sanjuanino “Loco por el Arco” destacó que muchos chicos buscan convertirse en el guardián del arco gracias a la tendencia Dibu Martinez en la Selección Argentina. “Si vos ves, nos reflejamos todos en el Dibu Martínez. Hay varios chicos que han venido porque tienen de ejemplo al arquero de la selección, él marcó mucho acá en la Argentina con su forma de ser”, aseguró.
Darío Zamora comentó que el fútbol los une, por eso busca crear un grupo compacto que crezca en valores y desarrollo deportivo. Después de la práctica, a veces, hacemos una merienda para compartir, para que estén unidos. Estamos hablando de arqueros, pero también estamos hablando de niños”, dijo.
“El niño por ahí lo trata como un juego. A través del juego, nosotros lo trabajamos para que el día de mañana, si elige la profesión de seguir siendo arquero, lo haga de la mejor manera y tenga su mentalidad”, afirmó el experimentado guardameta que tuvo paso por equipos como Trinidad, Colón Junior, Villa Obrera, entre otros.
Los entrenamientos en “Locos por el Arco” son intensos, con circuitos que están distribuidos en diversas partes del campo de juego. La ilusión de Zamora es que los chicos puedan elegir siempre defender los colores que les toque, pero con los guantes en la mano. “Si siguen o si tienen la posibilidad de irse a otro lado a jugar, sería buenísimo. Sin embargo, quiero que se haga un grupo y se hagan amigos, por eso es que yo por ahí predominó que sea todo como una familia”, cerró.