El Gobierno jugó fuerte en la semana previa a los comicios en la provincia de Buenos Aires. Según estimaciones privadas, el Tesoro habría vendido cerca de US$500 millones entre martes y viernes para contener la escalada del dólar.
La señal fue clara: de los US$566,5 millones operados el último día hábil antes de las elecciones, unos US$280 millones provinieron directamente del Tesoro, mientras el Banco Central también intensificó su rol en el mercado de futuros para mostrar control.
El resultado fue un dólar mayorista que cerró el viernes en $1355, tras iniciar la semana en $1380. “Desde el martes volvió el crawling peg”, apuntó Salvador Vitelli, economista de Romano Group, en referencia a la devaluación administrada que recuerda a otras etapas del mercado argentino.
Pero la aparente calma tuvo un costo elevado: el Gobierno utilizó el 30% de la munición líquida que quedaba en el Tesoro (US$1669 millones antes de las intervenciones).
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