Tras el brutal crimen de Nicole Bajinai, Juan Alfredo “Chato” Carrizo, quien le disparó en la cabeza a la joven de 22 años, se presentó ante el juez de Garantías y fue formalmente acusado por homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego.
En la audiencia, el hombre rompió el silencio y relató su versión del suceso. Según su declaración, “No fue mi intención lastimar a esa chica y que de esa manera ella perdiera su vida”. El acusado aseguró que el disparo se produjo mientras intentaba defender la casa de su hermano frente a lo que percibía como un ataque de la familia Bajinai.
Carrizo explicó que la disputa comenzó en la esquina de Catamarca y Benavídez y continuó frente a la vivienda de su pariente, donde se encontraba en los últimos días. Explicó que, al ser “el único hombre en la casa” y ante la supuesta invasión de personas violentas al domicilio, se sintió obligado a actuar. Tomó el arma, la apuntó hacia quienes intentaban entrar y, por un golpe, el revólver se disparó.
Durante la audiencia, el acusado evitó ver el cuerpo sin vida de Nicole, que fue exhibido como prueba por el Ministerio Público. Carrizo, que hasta ese momento estaba tranquilo, se llevó las manos a la cara y se mostró angustiado. Cuando tuvo la oportunidad de hablar, recordó los días previos y mencionó la creciente tensión en el barrio Echeverría, culpando a la familia Bajinai por ser conflictiva y estar vinculada al narcotráfico.
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