Eran las 15.30 de aquel viernes 11 de octubre de 2013 cuando la rutina de campaña del entonces gobernador de San Juan, José Luis Gioja, cambió para siempre. El helicóptero Bell 407 en el que viajaba junto a la diputada nacional Margarita Ferrá de Bartol, el diputado Daniel Tomás y el titular de la Unidad Gobernación, Héctor Pérez, se precipitó a tierra en la zona de Valle Fértil. El rotor de la aeronave rozó un cable de alta tensión y, en segundos, una polvareda cubrió la tragedia.
“El Flaco”, solía viajar en la butaca trasera derecha: desde allí solía alcanzar los chocolates que la diputada Ferrá guardaba en su cartera. Aquella costumbre, casi anecdótica, terminó siendo clave para su supervivencia.
El accidente dejó una huella indeleble. Ferrá perdió la vida, mientras que Gioja resultó gravemente herido, con fracturas múltiples y un cuadro que lo mantuvo al borde entre la vida y la muerte. También sufrieron lesiones el piloto y los otros funcionarios.
« — Para ver la nota completa, ingrese a la url de la nota — »