El 12 de octubre vuelve a despertar tensiones en Argentina. Este año, el Gobierno de Javier Milei resolvió retomar la histórica denominación de “Día de la Raza” , un término que había sido reemplazado en 2010 por “Día del Respeto a la Diversidad Cultural” bajo la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner. La modificación, entonces, buscaba reconocer la riqueza y multiplicidad de culturas que conforman la identidad nacional, y al mismo tiempo, tomar distancia de un concepto hoy considerado científicamente inválido y socialmente problemático.
En un primer momento, la conmemoración, que surge en España en 1913 y en Argentina se oficializa en 1917 bajo la presidencia de Hipólito Yrigoyen, tenía el objetivo de valorar la llegada de Cristóbal Colón y el proceso de “civilización”siguiente. Sin embargo, la mirada contemporánea incorporó también las heridas de la conquista, la desaparición de pueblos y lenguas indígenas, y el profundo impacto social y cultural que aún perdura más de cinco siglos después.
El debate en torno al nombre del 12 de octubre trasciende fronteras. Mientras en Europa se celebra el Día de la Hispanidad, en la mayor parte de América Latina los países han adoptado denominaciones que ponen el foco en el encuentro de culturas o en la diversidad, como el Día de la Nación Pluricultural en México, el Día del Encuentro entre Dos Mundos en Chile, o el Día de los Pueblos Originarios en Perú. Solo algunos países, como Colombia, Honduras y El Salvador, mantienen la referencia a la “Raza”.
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