El regreso de Miguel Ángel Russo a Boca Juniors en 2025 no fue un simple reencuentro entre un director técnico y un club.
Fue la materialización de un pacto que, aunque muchos desconocían, había estado gestándose en silencio desde su salida en 2021.
Su relación con Juan Román Riquelme, más allá de lo profesional, estaba marcada por una profunda amistad, un vínculo que nunca se rompió, incluso cuando las decisiones futbolísticas los separaron.
En 2021, la salida de Russo fue dolorosa para muchos. El técnico había logrado éxitos importantes en su segunda etapa, como la Superliga 2019/2020 y la Copa Maradona, pero los malos resultados lo forzaron a despedirse de Boca.
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