La venta de productos de vapeo en Argentina ha estado prohibida durante más de una década. Desde 2011, la ANMAT ha impedido su comercialización, importación y publicidad, pero a pesar de esto, millones de personas en el país siguen utilizándolos, accediendo a ellos a través del mercado informal, lo que plantea preocupaciones sobre la seguridad y el control de edad.
Lejos de resolver el problema, esta prohibición ha facilitado el acceso de menores a dispositivos y líquidos, mientras que muchos adultos fumadores, que buscan alternativas menos dañinas, no tienen opciones legales disponibles. En este contexto, la World Vapers’ Alliance (WVA) lanzó la campaña Vapeo Responsable, que ha logrado reunir más de 15.000 firmas de ciudadanos argentinos que exigen un cambio en esta situación.
La iniciativa propone un modelo de regulación basado en evidencia y reducción de daños, permitiendo la venta exclusiva a adultos en tiendas especializadas, con verificación de edad y estándares de calidad para los productos. También piden sanciones severas para quienes provean a menores y que el Gobierno ofrezca información clara sobre los riesgos de cada producto.
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