
La salida de Guillermo Francos del gobierno aceleró la ruptura de Javier Milei con China, afectando proyectos de inversión solicitados para ser desactivados por la administración de Donald Trump.
Francos era el interlocutor principal entre el gobierno y China, con al menos 50 reuniones en el último año con representantes chinos, motivo por el cual los republicanos exigían su salida, que se concretó cinco días después del triunfo de La Libertad Avanza.
Los gobernadores están en alerta porque dependían de Francos para gestionar inversiones chinas. Según informó El Cronista, el jefe de Gabinete había facilitado un acuerdo para crear la Unión Transitoria de Empresas (UTE), integrada por China Gezhouba Group, Eling Energía e Hidrocuyo, para reactivar la construcción de las represas en Santa Cruz.
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