
La SUBE Digital, versión virtual de la tarjeta tradicional, incluye varias capas de protección para asegurar la identidad del titular y la seguridad de cada operación.
Para activarla, el usuario debe escanear su DNI y tomarse una selfie, un proceso que garantiza que la cuenta sea gestionada por su propietario.
Una vez confirmada la identidad, la aplicación crea un token temporal con vigencia de 12 horas, que permite recargar saldo y activar la tarjeta en el dispositivo móvil. Este sistema evita el uso indebido y protege las transacciones.
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