
En una noche cargada de identidad, emoción y memoria colectiva, Jáchal revivió una de sus expresiones más profundas y representativas: El Fogón de los Arrieros, la ceremonia que cada año honra a los hombres y mujeres que constituyen uno de los símbolos más potentes de la Fiesta Nacional de la Tradición.
La escena comenzó con el encendido del fogón en el Anfiteatro Buenaventura Luna, gesto que simboliza el inicio del espectáculo y que convocó a miles de espectadores que colmaron el predio para presenciar este momento emblemático.
Con antorchas, ponchos al viento y la fuerza del recitado tradicional, los gauchos hicieron su ingreso recreando el antiguo paso cordillerano, evocando aquellas largas travesías donde el coraje, la camaradería y la fe en la tierra guiaban cada jornada de trabajo.
Este año, el fogón sumó un componente especial: un homenaje a la historia viva de los hombres de la montaña, interpretado por artistas locales, agrupaciones gauchas y bailarines que dieron vida a escenas cargadas de simbolismo, música y emoción.
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