Luis Caputo tuvo que aclarar a finales de esta semana que “nunca hablamos con los bancos de un rescate, ni de USD 20.000 millones”. El ministro calificó la versión como una “operación con la sola intención de generar confusión”. Sin embargo, en las semanas previas a las elecciones, ningún funcionario había desmentido la información, que había sido percibida como un respaldo norteamericano.
Las versiones sobre una nueva ayuda financiera están vinculadas al vencimiento de USD 4.300 millones de bonos en dólares que el Gobierno debe afrontar el 9 de enero. Aunque se confirma el cumplimiento, no está claro cómo se afrontará este compromiso. Actualmente, la opción más probable es un nuevo “repo” con bancos internacionales, es decir, financiamiento garantizado con bonos en dólares. El Gobierno ya obtuvo USD 3.000 millones por esta vía en 2025.
Mientras tanto, el Tesoro comenzó a comprar dólares la última semana, elevando la cotización oficial de 1.420 a 1.450 pesos. Por ahora, las compras son menores, pero podrían acelerarse siempre que no provoquen un salto importante en el tipo de cambio. La posibilidad de volver a los mercados voluntarios de deuda parece más cercana, especialmente tras la emisión del Bono Tango por la ciudad de Buenos Aires, que pagó una tasa del 8,1% anual con un plazo promedio de siete años.
La turbulencia en Wall Street en las últimas dos semanas complicó o al menos demoró la intención del Gobierno de recuperar acceso a financiamiento voluntario. No está claro si se trata de una simple toma de ganancias tras un aumento de acciones vinculadas a la Inteligencia Artificial o de una caída más profunda. Los inversores optaron por mayor cautela y evitaron activos de riesgo, lo que también impactó en acciones y bonos argentinos aumentando el riesgo país.
« — Para ver la nota completa, ingrese a la url de la nota — »