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En la tarde del domingo 25 de octubre, el presidente de Colombia, Iván Duque, confirmó la muerte de Andrés Felipe Vanegas Londoño, alias Uriel, el tercer jefe al mando del frente de Guerra Occidental del Ejército de Liberación Nacional (ELN), en un operativo militar.
Este lunes las autoridades dieron a conocer detalles del operativo y confirmaron que Uriel fue abatido por un tirador de alta precisión o francotirador, lo que evitó que se causaran más bajas.
“El objetivo legítimo era el bandido alias Uriel, y precisamente hubo una discriminación muy clara, y muy concreta del objetivo para evitar daño incidental por la presencia de menores en el sitio”, confirmó el comandante de las Fueras Militares, general Luis Fernando Navarro.
Según la información oficial, el francotirador logró infiltrarse en la selva y estuvo allí durante horas “indeterminadas” hasta que pudo abatir al alto mando de la guerrilla, a quien le seguían la pista desde 2018.
“La operación que permitió la neutralización de alias <i>Uriel</i> ha sido sostenida y hace unos meses la inteligencia de la fuerza pública tuvo conocimiento de su posible ubicación”, aseguró el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo.
La información sobre la hora en que fue dado de baja el exjefe guerrillero aún no es clara, pero los detalles de inteligencia permitieron conocer que en el lugar donde murió Uriel habían dos menores de edad, de quienes se desconoce su paradero.
“La inteligencia indicaba de la posible presencia de menores que no hacían parte de este grupo organizado. Por esta razón, durante la fase de planeamiento operacional se tomaron todas la medidas y precauciones en el marco del Derecho Internacional Humanitario (DIH)”, señaló el general Navarro.
Las autoridades confirmaron que el alto mando del ELN estaba escoltado por cerca de 15 hombres, ubicados en dos campamentos en zona rural de Novita, Chocó, “en uno de ellos, solo tenía a seis de su mayor confianza, armamento, y antenas de comunicaciones”, señaló Caracol Radio.
Estudiantes e integrantes de células urbanas en Bogotá, Cali, Medellín y Pereira fueron claves, ya que aportaron información que permitió dar con el paradero del guerrillero.
“Conocimos que él recibía jóvenes que lo visitaban para tratar con ellos temas para formar células urbanas del ELN”, dio a conocer el director de la Policía Nacional, general Óscar Aterthúa.
Alias Uriel es el presunto responsable de delitos como secuestro, asesinato de líderes sociales, hostigamiento a poblaciones, asesinato de uniformados y, también, reclutamiento de menores para el ELN. El cabecilla era una de las figuras más mediáticas del relevo generacional de esta guerrilla surgida en 1964, en plena Guerra Fría, y dirigida por combatientes con edades que promedian los 68 años.
Aunque nunca mostró su rostro, hace unas semanas salió a la luz un audio difundido en redes sociales, donde se adjudicó la intervención de las milicias del ELN en los desmanes en Bogotá, y en otras ciudades, durante las jornadas de protestas del 9 y el 10 de septiembre.
Además, según un informe de las Fuerzas Militares, se confirmó que desde hace dos años, Uriel estaba encargado del reclutamiento de jóvenes por medios tecnológicos y redes sociales. “Para eso tienen una estructura clandestina denominada ‘Colectivos virtuales de estudio y trabajo revolucionarios”, confirmaron a través del informe.
Además, alias Uriel también está vinculado con el atentado a la Escuela de la Policía General Santander, que dejó 21 cadetes muertos.
En las últimas horas, finalmente la Fiscalía reveló el rostro de Uriel en un comunicado:
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Así fue el operativo en el cual se le dio de baja a alias Uriel
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