La CGT rechaza el proyecto del Gobierno y tensa relaciones con la Casa Rosada
Cuando el viernes pasado comenzó a circular el borrador de la “Modernización laboral” del Gobierno, en la CGT reinó la zozobra. No porque hubiera puntos sorpresa, sino porque no habían quitado ninguno, ni siquiera los más sensibles contra los sindicatos.
Cuando se confirmó que sí era, la central obrera decidió no asistir a la reunión del Consejo de Mayo de este martes en señal de protesta y se prepara para un debate empinado. Les preocupa sostener la ultraactividad, el carácter nacional de los convenios colectivos y la cuota sindical.
“Hasta que no esté ingresado a la Cámara nada es oficial para mí”, contestó el viernes, incrédula, una persona cercana a uno de los diputados de extracción sindical que deberán debatir la reforma laboral del Gobierno.
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