El 19 de agosto, Ronald Koeman fue presentado como entrenador del Barcelona y desde entonces atravesó momentos difíciles. El primero, apenas unos días después, cuando Lionel Messi informó a través de un burofax su deseo de dejar el club. Aunque todavía no se cumplieron cuatro meses de su llegada, en Catalunya se animan ya a hablar de que “con una situación directiva normal, hoy se estaría hablando de la destitución del actual técnico del Barcelona”.
El diario deportivo Sport, uno de los más influyentes en el mundo culé, salió con los tapones de punta tras la derrota con la Juventus de Cristiano Ronaldo en el Camp Nou y por la Champions League. Dicen que “la continuidad de Ronald Koeman podría estar en el alero en el caso de que el club no estuviera dirigido por una junta gestora que estira al máximo su estancia al frente de la entidad” y aseguran que las quejas hacia el neerlandés “van en aumento desde dentro del vestuario”.
“A Koeman se le valora positivamente como persona, por su forma de ser y de comportarse. En principio, no tiene enemigos, aunque hay bastantes aspectos de su filosofía futbolística que no le encajan a una parte del vestuario y las voces críticas a su dibujo táctico van aumentando con el paso de los días”, resalta Sport.
¿A qué le apuntan? Al sistema táctico 4-2-3-1 que va en contra del que practican desde las inferiores en la Masía, donde históricamente se ha apostado al 4-3-3, y argumentan que esa falta de conocimiento provoca los desajustes tácticos que se han visto en las últimas seis derrotas fuertes en un camino que también tuvo nueve victorias, lo que ha provocado ese subibaja constante en el Barsa.
Según las fuentes del vestuario consultadas por Sport, ese esquema táctico “penaliza la estabilidad del equipo porque hay cuatro que atacan y cuatro que defienden y dos en medio que tapan aguas como pueden. Así pues, ni se ataca bien ni se defiende bien”. Además, según argumentan, “no hay ningún jugador que esté en un momento de forma excepcional y este sistema no ha mejorado el rendimiento de ningún jugador. Lo ha empeorado”.
El periodista Albert Masnou, autor de la nota, remarca también que “hay errores estructurales que dificultan aún más la aplicación del 4-2-3-1 de Koeman”. “La ausencia de un goleador como Luis Suárez -explica- complica el buen funcionamiento de cualquier dibujo táctico. Es diferente tener a un goleador contrastado aunque este en la última etapa de su carrera que uno sin apenas experiencias en grandes partidos o a otro que juega en una posición en la que no le es propia”.
En este tiempo, además, Koeman debió afrontar lesiones de jugadores importantes como Ter Stegen, Umtiti, Araujo, Piqué, Sergi Roberto, Fati, Dembéle o Coutinho, sumado a que su Barcelona no le ganó a los rivales importantes que antes vencía: Atlético de Madrid, Real Madrid o Juventus.
Este domingo, la Liga le otorgará una revancha para levantarse. Recibirá al Levante, que marcha en los últimos puestos, tras la dura y sorprendente caída con el Cádiz.