Puede que nunca antes la Humanidad entera -sin distinción de fronteras ni realidades- haya deseado tanto la culminación de un año como este 2020. Fueron los meses que vivimos en peligro, apremiados por una pandemia que recién ahora -vacunas mediante- podría empezar a quedar atrás. Pero también es cierto que cuando en el primer segundo del 2021 se levanten las copas deseando un futuro mejor, estarán quienes bajen la mirada por los seres amados que partieron en este tiempo.
Gianinna Maradona será una de esas personas. Porque en este 2020 que todos queremos dejar atrás, allí también se quedó su padre: Diego Maradona. Y en un mundo que quiere olvidar, ella solo recuerda. Haciendo un duelo que aún transita sus etapas iniciales –El 10 murió el 25 de noviembre-, puede que esta noche la mamá de Benjamín Agüero se aferre con fuerza -como si no quisiera dejarlo ir- al último suspiro de un año que guardará en su memoria la fatídica fecha del adiós del astro.
Por eso no parece casual que en esta víspera de Año Nuevo Gianinna se volcara a las redes sociales para dejar distintos mensajes sobre Diego. Como una placa con una reflexión elocuente: “Cada uno siente y se imagina el Maradona que se merece”, se lee, haciendo una referencia tácita a los sentimientos tan dispares y enfrentados que ha provocado a lo largo de su vida el mayor ídolo popular que habitara estas tierras.
“Tenemos el mundo que merecemos -agregó la hermana de Dalma Maradona, ya utilizando sus propias palabras-. Gente hablando de lo que vivió el otro sin siquiera presenciar el momento. Gente escudándose en fuentes y suponiendo conversaciones y hechos que no vivieron. Sacando conjeturas, exponiendo sus propias miserias”.
Este martes Gianinna recibió una carta documento, al igual que sus hermanos Jana, Dieguito Fernando y la mencionada Dalma; no así Diego Junior, por encontrarse en Italia. La firmaba el abogado Yamil Castro Bianchi, socio de su colega Matías Morla, el último apoderado de Maradona. Se trató de una notificación sobre las causas que El 10 había iniciado contra su ex esposa, Claudia Villafañe, sin ningún tipo de efecto ni validez legal.
Pero las cartas documento indignaron a Verónica Ojeda, furiosa porque quisieron que la firmara su hijo, de solo siete años. Y también ofuscaron a las propias Dalma y Gianinna. “A mí también me notificaron. Yo no estaba. Ni idea quién la firmó. Pero la tengo acá. Todo es una locura”, sostuvo la ex esposa de Sergio el Kun Agüero ese mismo día, señalando directamente a Yamil Castro Bianchi con nombre y apellido, responsabilizándolo del mal trago.
Sus mensajes de hoy en Twitter, en cambio, son más difusos: no parecen tener un destinatario claro, sobre todo porque muchas personas que en su momento estuvieron vinculadas de manera más o menos cercana con Maradona suelen prestar declaraciones en los medios. Desde su ex mánager Guillermo Cóppola, que reveló sus sentimientos más profundos al portar el cajón en el cementerio, hasta Rocío Oliva, quien fuera su pareja durante seis años, y Ana Maradona, una de las hermanas de Diego, que criticó sin miramientos a las hijas de Claudia Villafañe, pasando por testigos circunstanciales de algún momento de su vida. Y hasta dos jóvenes –Santiago Lara y Magalí Gil– que buscan determinar si son sus hijos. No queda claro si Gianinna hablaba de alguno de ellos; de Cóppola, seguramente no.
La semana pasada Dalma le mostró a sus seguidores de Instagram -Gianinna decidió poner en pausa su cuenta- un tatuaje compartido con su hermana: un (10) -así, entre paréntesis, como firmaba su papá- que las dos llevan en un tobillo. Y hasta ofrecieron facilitar el diseño original a quien desee grabarse el mismo tattoo, para que permanezca indeleble, con el paso de los años. Tanto como el amor hacia Diego. Y su recuerdo.
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