No importa dónde se corra el Rally Dakar. Que el terreno cambie no es un impedimento para que Stephane Peterhansel participe y busque la victoria. Lo hizo en el recorrido original que unía París con la capital de Senegal. También en Sudamérica. Y ahora en Arabia, donde ganó la segunda edición de la carrera en esas tierras. De esa forma, consiguió su decimocuarto trofeo, entre los que tiene ocho en autos y seis en motos.
Treinta años después de su primer triunfo en el rally-raid, el francés fue tercero este viernes en la 12ª y última etapa, disputada entre Yanbu y Yedá (Arabia Saudita), ganó el español Carlos Sainz (Mini), y aseguró su triunfo en la clasificación general.
Cuando levantó los brazos por primera vez, Peterhansel tenía 25 años y corría en moto con los colores de Yamaha. No tenía dudas de que su destino estaría para siempre ligado a una competición nacida trece años antes.
“Ganar una 14ª vez era importante, porque este año hace 30 de mi primera victoria en el Dakar en motos. Fue en 1991. Y soy el único que ha ganado en los tres continentes”, señaló el piloto de Mini en declaraciones facilitadas por la organización.
14. Peterhansel pide ayuda para mostrar cuántos trofeos de Rally Dakar guarda en sus vitrinas desde este 2021. Foto FRANCK FIFE / AFP
A los 55 años, Peterhansel relevó al español Carlos Sainz (X-Raid Mini), quien defendía el título y quedó tercero, detrás del francés y del catarí Nasser Al-Attiyah (Toyota Gazoo). “Cada carrera es igual de difícil de ganar. Siempre hay que darlo todo, hay que dominarlo todo, hay que tener un buen coche, un buen equipo… Y, al final, el error es humano y aunque consigamos todo lo demás, es fácil cometer un error”, analizó.
En su primera etapa, Monsieur Dakar reinó en la categoría de motos, al ganar en 1991, 1992, 1993, 1995, 1997 y 1998. Tras su cambio a las cuatro ruedas, firmó el triunfo final en 2004, 2005 y 2007 con Mitsubishi, en 2012, 2013 y 2021 con Mini y en 2016 y 2017 con Peugeot.
Peterhansel comenzó en las motos con solo ocho años, cuando su padre, un apasionado de los deportes mecánicos, le regaló su primer modelo.
De adolescente se apasionó por el skateboard. Tenía únicamente 12 años cuando fue campeón de Francia de descenso, eslalon, figuras libres y combinada. También se destacó a nivel europeo.
Luego llegó la transición al enduro moto, ganando el campeonato de Francia en 1981. Seis años después firmó con Yamaha para participar en los rallys africanos, principalmente el Dakar.
Miembro del equipo oficial, terminó 18º en su debut, en 1988. Tres años después nació el mito al derrotar a Gilles Lalay y Thierry Magnaldi, los favoritos en la categoría de motos.
En Arabia, Peterhansel hizo honor a su apodo y fue el piloto que mejor se adaptó a las duras condiciones de la carrera saudí, donde la navegación alcanzó un mayor protagonismo que en otras ediciones.
La dureza del recorrido hizo que la velocidad pasara a un plano inferior y que la adaptación a las características de cada etapa fuera fundamental. Ahí apareció la experiencia de un Peterhansel que, esta vez con nuevo copiloto, Edouard Boulanger, para dominar con mano de hierro la 43° edición de la carrera del desierto por antonomasia.
Stephane Peterhansel y Edouard Boulanger, los ganadores del Dakar en su segunda edición en Arabia. Foto REUTERS/Hamad I Mohammed
Sainz luchó contra el Dakar y contra las adversidades. Demasiadas averías, demasiados pinchazos y también demasiados errores de navegación. El español quizá demostró ser el más rápido, pero este Dakar primó otros aspectos. Aún así tres victorias de etapa y un puesto en el podio no es mal bagaje.
Al-Attiyah, que abrió pista en la última etapa, lo intentó hasta el final, pero Peterhansel no le concedió la más mínima posibilidad, corriendo cuando fue necesario y levantando el pie en los momentos que había que hacerlo. Es lo que hizo ‘Monsieur Dakar’ en la última etapa: no arriesgar y dejar que su ventaja y experiencia hicieran el resto para alcanzar su decimocuarto título en treinta años.
Con información de AFP, EFE y DPA