Los Kansas City Chiefs de Patrick Mahomes derrotaron en la noche argentina de este domingo a los Buffalo Bills por 38 a 24 y tendrán la oportunidad de revalidar el título de la NFL en el Super Bowl del próximo 7 de febrero ante los Tampa Bay Buccaneers de Tom Brady.
Pareció complicarse al principio ya que los Bills arrancaron adelantándose en la final de la Conferencia Americana con un parcial de 9-0 en el primer cuarto pero los Chiefs, que llegaban como favoritos, dieron vuelta rápidamente el marcador ante su propio público (reducido, claro, a causa del COVID-19) en el Arrowhead Stadium.
La participación de Mahomes, Jugador Más Valioso (MVP) del último Super Bowl, había estado en duda por un golpe en la cabeza que sufrió en el partido pasado de los playoffs y que lo obligó a entrar al protocolo de conmociones para descartar cualquier posible lesión en la cabeza.
Pero el joven mariscal de campo consiguió recuperarse a tiempo y protagonizó una demoledora actuación lanzando para tres touchdowns y completando nada menos que 325 yardas con sus pases.
Mahomes lideró una victoria más cómoda de lo esperado ante los Bills, que trataban de volver a la final para saldar cuentas de las dramáticas cuatro derrotas consecutivas que sufrieron en el Super Bowl entre 1991 y 1994.
El equipo de Buffalo, que nunca ganó un título, llegaba en buena forma al Arrowhead de la mano de su joven mariscal Josh Allen y puso en aprietos a Kansas City en el arranque, con un touchdown de Dawson Knox tras un grave error de Mecole Hardman.
El propio Hardman se recuperó de la falla con el primer touchdown de los Chiefs, lo que fue el prólogo del recital de Mahomes.
Darrell Williams, Edwards-Helaire y Travis Kelce (este último, en dos ocasiones) lograron las anotaciones de los Chiefs. Kelce superó el récord de 1.585 yardas de recepción en una temporada de un ala cerrada que tenía desde 2011 Rob Gronkowski, a quien enfrentará en febrero en el Super Bowl.
“Confiar en cada uno de nosotros es una de las claves de este equipo, creemos en nosotros mismos”, dijo Mahomes al recibir el trofeo como campeón de conferencia.
“Pero el trabajo no está terminado, hay que ir a Tampa y traerlo (el título) de regreso”, remarcó.
Mahomes y Brady, mariscales y estrellas. Fotos AFP
Los Chiefs buscarán su tercer título de NFL en el Super Bowl justamente en el estadio de los Buccaneers, que serán el primer equipo en la historia que jugará la final como local. Querrán ser, también, el primer equipo desde los New England Patriots del propio Brady en conseguir el bicampeonato, algo que no sucede desde los años 2004 y 2005.
El duelo personal que sostendrán Brady y Mahomes será todo un suceso en sí mismo. Será, por ejemplo, el primer Super Bowl que enfrentará a los dos últimos mariscales campeones.
Uno, de 43 años, es una leyenda viviente, el para muchos mejor quarterback de la historia. El otro, de 25, es quien muchos señalan como el sucesor y de hecho será el mariscal más joven en llegar a dos Super Bowls. Claro que el mayor está bien vigente y, para quedarse definitivamente con el trono, Pat deberá ganárselo en la cancha.
Con información de AFP.
