El boxeador pakistaní Muhammad Aslam Khan murió en las últimas horas en un hospital de Karachi a raíz de las heridas internas que le provocaron los golpes de Wali Khan Tareen en un combate profesional que se disputó el pasado fin de semana en la capital del país asiático.
Aslam Khan, de 27 años, se derrumbó en el ring tras recibir un potente zurdazo que le provocó la pérdida de conocimiento. Ante la gravedad de la situación, el púgil fue derivado en forma inmediata a un centro asistencial, en donde no se pudo sobreponer al golpe y murió horas después.
Aslam Khan, un conocido boxeador del distrito de Pishin, en la ciudad Baluchistán, comenzó a boxear en 2007. En 2017 ganó un titulo a nivel nacional y había salido victorioso de varios torneos también nacionales. Khan combinaba el boxeo profesional con su trabajo en la Comisión Electoral de Pakistán.
El secretario de Deportes de Baluchistán se mostró conmocionado por la noticia y expresó que se trata “de una pérdida de todo el país y la nación”.
También aseguró que se harán todos los esfuerzos posibles para compensar a su familia: “Trasladaré su caso al gobierno para que sea compensado”, indicó
La muerte de Khan vuelve a poner en el centro del debate los peligros de los deportes de contacto. “El boxeo es un deporte singularmente peligroso porque requiere golpes intencionales en la cabeza y otros órganos vitales con el propósito de incapacitar al oponente. Dichos golpes intencionados y repetidos en la cabeza han causado daño cerebral agudo y crónico irreversible, alteraciones neurológicas, daño ocular grave y muerte prematura”, sostiene un informe publicado por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
Por otro lado, la Federación Internacional de Boxeo establece dentro de sus lineamientos que los allegados al boxeador estén atentos de su salud antes, durante y después de una pelea para ver los posibles signos de lesiones graves y cómo evitar una lesión potencial grave. Además, establece que los médicos deben realizar exámenes anuales por un médico designado por la comisión local y hacer evaluaciones médicas antes de la pelea, justo después del pesaje y un control después del combate.