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Dario Nieto: “El kirchnerismo tiene una premisa que es ‘miente, miente que algo quedará’”

Entrevista con Darío Nieto

Sus inicios en el PRO se dieron de casualidad, cuando era aún un joven estudiante de la UBA que empezó a trabajar para el Gobierno de la Ciudad. De ahí en más construyó una carrera dentro del partido y llegó a ser el secretario privado de Mauricio Macri, a quien le tiene mucho afecto y respeto: “Es un líder que cambió para siempre la historia de la Argentina y que tiene mucho futuro”.

Duro con el oficialismo, asegura que Alberto Fernández no está a la altura de su cargo, que su gobierno no tiene un rumbo económico y que lo único que tiene como norte es ayudar a Cristina Kirchner a salir impune ante la Justicia.

En una entrevista distendida en la intimidad de su departamento en Palermo, Darío Nieto habló de todo. Cansado de ser acusado injustamente, decidió darse a conocer y afirma que su objetivo es “cambiar esto que estamos viviendo”.

—Para los que no lo conocen, ¿quién es Darío Nieto?

—Darío Nieto, primero, es el papá de Enzo. Enzo cumplió un año el domingo pasado y es lo que nos alegra todos los días, a mí y a Guada. En segundo término, obviamente, soy el novio de Guada. Ella es mi novia, convivimos. Eso en términos personales y lo que me hace más feliz. En términos profesionales Darío Nieto es alguien que impulsa el cambio. Alguien que sabe que, para lograrlo, para que todos vivamos un poquito mejor hay que romper el statu quo, desafiarlo. Soy una persona frontal, que dice lo que piensa.

—¿Cómo piensa romper con ese statu quo?

—Hoy en día la mejor forma que encuentro es salir a decir lo que pienso. Viste todo lo que me pasó a mí, este tema de allanamientos, esta causa injusta, etcétera. Yo tenía dos opciones: me quedaba en mi casa y esperaba a ver qué pasaba; o salía, ponía blanco sobre negro y decía quién era para que la gente me conozca. Salí a defender mis valores, como: la libertad, la transparencia, la república, la independencia de poderes. Me esforcé toda mi vida por ser honesto, por laburar bien, y que me hagan esta cama que me comí, realmente me jodió.

—Para la gente que no está interiorizada de tu caso: ¿por qué allanaron tu casa?

— El kirchnerismo inventó una causa relacionada con el espionaje ilegal. Los cuatro años de gobierno de Mauricio Macri fui su secretario privado. Es decir, me encargaba de su agenda, lo acompañaba a viajes, en la diaria en general. Tenía a cargo toda el área de logística, de ceremonial, de audiencias. Entonces, inventaron todo este verso para tratar de lastimar a Mauricio. Decían que me llegaban unos informes y que yo, supuestamente, se los llevaba a Macri.

—¿Qué pasó con esa denuncia?

El juez de Lomas de Zamora dictó mi falta de mérito, esto quiere decir que no hay pruebas que me involucren en la causa, lo cual me desliga totalmente de ella. Pero, en el mientras tanto, sufrí innumerables ataques del sistema de medios oficialista, ataques de dirigentes del kirchnerismo, diciendo que yo era un espía, un delincuente y no sé cuántas cosas más.

—¿Recuerda cómo reaccionó cuando lo detuvieron?

—Era toda la época de la cuarentena, yo estaba en lo de mis viejos, porque había ido a llevarles unas provisiones, porque ellos no salían de la casa. Salí de la casa de mis viejos y en mi auto, que estaba estacionado en un estacionamiento, me para un policía y me dice: “Darío Nieto identifíquese”. Automáticamente me bajé del auto y me identifiqué, pero no me dijo para qué me estaban deteniendo. Estuvieron media hora sin explicarme qué pasaba hasta que al final llegó la orden de un juez que decía que me estaban por llevar a la casa de mis viejos, en donde yo no vivo hace 15, 20 años. Estaba solo. Hasta fue gracioso, ¿sabés qué me decían los policías? “Flaco, pensábamos que te íbamos a encontrar en un Mercedes-Benz. Somos de antinarcóticos nosotros, no sé qué hacemos con vos realmente”. Para que te des una idea, mi viejo es canillita, mi vieja es psicóloga, jamás se dedicaron a la política, no tienen nada que ver. Habían venido hasta mi casa, donde estás ahora, en donde estaba mi nene, que en ese momento tenía 3 o 4 meses, y mi mujer que es freelance. Nadie entendía mucho lo que pasaba y ahí fue cuando me enteré, como te digo, fue un mazazo, algo horrible. Te sentís violentado.

Allanamiento a la casa de Diego Nieto, ex secretario privado de Mauricio Macri
Allanamiento a la casa de Diego Nieto, ex secretario privado de Mauricio Macri

—¿Tuvo miedo de ir preso?

—No, no porque estaba muy tranquilo con lo que había hecho. Siempre actué de buena fe y dentro de la ley. Confío en la Justicia, pero en ese momento sentí todo el embate mediático oficialista, y me asusté un poco

—¿Qué lo asustó más: los medios o la Justicia?

—Los medios. Un día un periodista estuvo tocando todos los pisos de mi edificio para ubicarme a mí, en medio de la cuarentena y pandemia. Te sentís aturdido, con miedo. Eso fue lo que más me llamó la atención y por eso me dije: “Flaco, basta, a poner la cara, a poner lo que hay que poner, a defenderse, que la gente te conozca”.

—Hablando de comunicación, en el gobierno de Macri se habla de que existía un mundo paralelo, ataques de trolls, ¿es verdad?

—Eso es una mentira absoluta. Jamás tuvimos trolls. Jamás manejamos trolls.

—¿Por qué cuando se hablaba de trolls se evocaba a Marcos Peña?

—Primero, se hablaba de Marcos Peña porque dirigía la estrategia comunicacional del gobierno, entonces al decir que el gobierno usaba trolls, lo cual es mentira, se lo relacionaba con él.

—¿Y de dónde salió eso?

—Del kirchnerismo, una acusación más. El kirchnerismo tiene la premisa: miente, miente que algo quedará.

Darío Nieto – Actualidad y política – #Entrevista

—Interpreto que, si usted no hubiera sido denunciado por espionaje ilegal, no estaría dando esta entrevista, ¿no?

—Seguramente. Iba a marchas y cosas por el estilo, pero no hubiera salido en los medios. Todas las cosas en la vida pasan por algo. Como soy un tipo positivo me dije: “Esto me pasó, la enseñanza es esta, salgamos ahora a defender lo que creemos”. Quiero que mucha más gente participe, quiero que vean en mí el testimonio personal de alguien que la pasó mal, pero que trató de dar vuelta la tortilla para hacer de esto una fortaleza y poder salir a representar a otra gente que, por ahí, no tiene oportunidad de hablar con vos.

—¿Cuál es su trabajo actual?

—Hoy trabajo con Mauricio. Me junto con dirigentes…

—¿Sigue siendo el secretario privado de Mauricio o tiene otro rol?

—No, puedo ser secretario, asesor, como quieras decirle. Una persona muy cercana a él. A veces salgo a recorrer barrios. El otro día estuve en Avellaneda, por ejemplo. Pero, como te dije, mi rol, mi misión es desafiar el statu quo, que por ahí lo representan sindicalistas que viven del Estado y que se llenan los bolsillos y no defienden a los trabajadores. Que lo representan también empresarios que no compiten y que no generan empleo.

Mi rol es dasafiar al statu quo, que hoy lo representan sindicalistas que viven del Estado y que se llenan los bolsillos y no defienden a los trabajadores

—¿Por qué decide hoy darse a conocer?

—Quiero darme a conocer, pero darme a conocer por un fin, no darme a conocer por ser conocido. Si no, iría a MasterChef. Darme a conocer para poder cumplir mi objetivo de romper la estructura argentina. De cambiar esto que estamos viviendo. Si 70 años llevamos con estas recetas y nos fue mal, ¿por qué no las cambiamos?

—¿Por qué cree que volvieron los Fernández?

—Yo creo que es una mezcla de cosas. Quizás se generó una sobre expectativa con el macrismo, que no logramos cumplir por obstáculos y por errores propios, también. Pero lo que creo es que con Macri había un rumbo de país, un norte. ¿Qué queríamos nosotros? Un país integrado al mundo, con mucha actividad privada, con inversiones, generando divisas, todo sostenido en un programa macroeconómico que reduzca el déficit y los impuestos. Hoy, con este gobierno, no sabés qué quiere. Bah, sí sabés qué quiere, avasallar la independencia de poderes, ir contra la Justicia, impunidad. Pero económicamente no sé qué quiere. Un día Fernández te dice una cosa, otro día es otra. Hay cierta incoherencia. Entonces, creo que la gran diferencia es que con nosotros el rumbo estaba claro, todos sabíamos lo que queríamos. Me parece que la diferencia está clara.

—¿Cómo ve al gobierno actual?

—Mal. Mal. Veo que es un Gobierno sin rumbo, no sabés quién gobierna, si Cristina o Alberto.

—Y, para usted, ¿quién gobierna?

—Cristina. Sin dudas. Pero bueno, queda la pantalla de Alberto. Si lo único que hace el gobierno es tratar de beneficiar a Cristina frente a la Justicia. Vos te fijás cómo está la sociedad hoy y está mal por todos lados. Y no quiero ser pesimista, eh, yo creo que Argentina tiene un gran futuro por delante, tiene grandes oportunidades, tiene grandes recursos humanos. Tiene una oportunidad en las elecciones. Pero, en realidad, estamos mal. El ejemplo es el vacunatorio VIP. Donde tenés dos errores, primero de gestión, porque no hay vacunas. ¿Cómo puede ser que seamos uno de los peores países en cantidad de vacunas? Lo segundo, obviamente, es el tema moral. Que estuvimos un año en cuarentena, Pymes fundidas, abuelos sin ver a sus nietos, escuelas cerradas, y lo primero que hacen cuando llegan algunas vacunas es ponérselas entre ellos. Entonces, eso es un poquito lo que es el gobierno de Fernández, son una banda de privilegiados impunes que usan al Estado para el beneficio personal.

—¿Cómo ve el futuro de Mauricio Macri?

—Mauricio, cuando se fue del gobierno, les dijo a los argentinos: “Yo voy a seguir estando para cuidarlos, para defenderlos”. Que es lo que está haciendo hoy en día. Él está muy cerca de los argentinos. Está trabajando en la unidad de Juntos por el Cambio, como alternativa de gobierno y está trabajando en su Fundación. Él hoy en día está cómodo en ese rol. Dijo que no iba a ser candidato el 2021 y para el 2023 falta mucho, y acá en Argentina es una eternidad.

—¿Cómo habría sido la pandemia con Macri como presidente?

—Creo que se lo hubiese tomado con mucha responsabilidad. Hubiéramos tenido más vacunas, seguro. Porque Mauricio tenía mucha relación con el mundo. Entonces, toda esa ayuda que el mundo nos había brindado en distintos momentos hubiera venido toda junta para la pandemia. Estoy seguro de que la Argentina hubiera tenido gran cantidad de vacunas y hubiésemos tenido un ritmo de vacunación mucho, mucho, muchísimo mayor al que estamos teniendo hoy. Y, además, hubiera respetado mucho más las libertades que no respetó el gobierno de Alberto Fernández.

—¿Quién es hoy el líder de Juntos por el Cambio?

—El líder es Mauricio Macri, sin dudas. Después podemos hablar de candidatos, de quién puede ser mejor para el 2023. Pero el líder de Juntos por el Cambio, en realidad, es él.

—¿Cómo se ve Darío Nieto de acá a diez años?

—En primer lugar, con mi familia, con Guada y con Enzo, viviendo en Argentina. Es triste ver cómo muchos argentinos se van porque no encuentran oportunidades, porque no saben bien qué hacer, porque tienen desconfianza en el país. Bueno, yo creo que en diez años vamos a estar mejor y quiero trabajar para que esos argentinos que se fueron vuelvan a la Argentina, porque siento que es un país con oportunidades y con futuro.

Darío Nieto – Ping pong – #Entrevista

Ping Pong político

—El papa Francisco

—Un líder espiritual para todos los católicos.

—Alberto Fernández

—Uf. Un tipo que no está a la altura de su cargo. Un gran mentiroso que no gobierna su país. Tengo una teoría sobre Alberto Fernández.

—¿Qué teoría?

—Cuando fue jefe de Gabinete de Néstor Kirchner, 2003-2007, mentía. ¿Pero sabés qué pasaba? No había tanta difusión, redes sociales, entonces Alberto le decía un día a los metalúrgicos una cosa, les decía otro día a otros empresarios otra cosa, y las audiencias y la información no se cruzaba. ¿Qué sucede ahora? Alberto va y dice una cosa a enfermeros, por ejemplo, va y dice otra cosa a médicos, y la información automáticamente se cruza. Qué quiero decir con esto, que antes no es que decía la verdad y ahora miente, todo el tiempo fue un mentiroso, el tema es que antes no nos dábamos cuenta.

—Mauricio Macri

—Un líder que cambió para siempre la historia de la Argentina y que tiene mucho futuro. ¿Por qué digo esto? Vos pensá que, en la Argentina en los últimos dos siglos, XXI y XX, solo hubo tres partidos que tuvieron presidentes, uno fue el PJ creado por Perón, la UCR creada por Alem y el PRO, creado por Mauricio Macri. Por eso digo que cambió la historia.

—Marcos Peña

Un tipo brillante estratégicamente. Muy coherente. Un tipo que tiene muchos ideales y valores.

—Durán Barba

Alguien muy inteligente, pero tuvo menos injerencia en el gobierno de la que se le asigna. Durán Barba no estaba en la diaria, como se dice, ni nada por el estilo.

—Cristina Fernández de Kirchner

—Una mujer que por sus problemas judiciales está poniendo en vilo y complicando a toda la Argentina. Es parte de ese statu quo que te decía antes. Es una conservadora, ella quiere que todo siga como está para no perder sus privilegios y que nada cambie.

—María Eugenia Vidal

—Una gran gobernadora que esperamos que dentro de poco salga de vuelta a dar la pelea.

—Horacio Rodríguez Larreta

—Un jefe de gobierno con mucho potencial.

—Patricia Bullrich

—Una topadora. Una mina que labura muchísimo y que hoy en día se nota que su gestión en seguridad fue muy buena.

—Mario Negri

—Un radical pura cepa.

—Alfredo Cornejo

—Hizo una gran gestión como gobernador de Mendoza. También me parece un tipo con muchos valores y mucha coherencia.

—Sergio Massa

—Creo que la mejor definición es la de Mauricio: Ventajista. Un tipo con el que no podés acordar nada. Incoherente creo que es la palabra.

—Máximo Kirchner

—El representante del statu quo. Se hace el progresista, que quiere cambiar algo y no quiere cambiar nada. Él viene de una familia que representa los privilegios de clase. ¿De qué clase? De la clase política. Él nació en una familia política que tenía beneficios por ser políticos. Bueno, él quiere mantener todo igual, no quiere cambiar nada.

—La Cámpora

—Son jóvenes viejos. Son jóvenes que piensan en términos del siglo XX y estamos en el siglo XXI. Jóvenes que reivindican ideales que ya no existen. Jóvenes que no quieren cambiar nada. Jóvenes que no quieren romper con ninguna cadena. Jóvenes que venden que gobiernan para el pueblo y se vacunan entre ellos. Jóvenes que dicen que gobiernan para el pueblo y después defienden corruptos. Jóvenes que de jóvenes tienen el DNI, pero que en sus cabezas y en sus ideas son muy, muy anticuados.

Sus inicios en la política

—¿Cuál fue su primer trabajo en la política?

—Estaba estudiando Ciencias Políticas en la UBA, y de pronto salió una búsqueda laboral pidiendo gente para el Gobierno de la Ciudad. Habrá sido en el 2007 o 2008. Me presenté y entré a laburar. Trabajaba en la Dirección General de Gestión de Políticas Públicas, en el Consejo de los Derechos del Niño que defiende a los chicos con derechos vulnerados y cosas por el estilo. Asistía a un director y me gustó la forma de laburar del PRO.

—¿Y cómo llegaste de ahí a ser secretario de Macri?

—Ahí empecé a conocer a algunas personas que estaban en el PRO, por ejemplo, a Francisco Quintana, un legislador porteño. Me fui a trabajar con Fran a la Dirección de Juventud de la Ciudad. Ahí conocí a Marcos Peña y él me propuso sumarme como jefe de campaña de algunos candidatos nuevos en 2013, porque yo había hecho un máster en comunicación política. Me fui a La Pampa a hacer campaña con el colo McAllister, el jugador de fútbol. Le hice la campaña a él y entró como diputado. Ahí Marcos me dice: “Bueno, Daro, ahora que te fue bien andate a Córdoba”. Me fui a Córdoba 2013/2015, ahí laburé mucho con Nicolás Massot. Hice la campaña de Aguad a gobernador y la campaña del Gato Romero en Villa Allende. Terminó eso y Marcos me dice: “Che, Daro, ¿ahora te animás a ir como jefe de campaña de Gabriela Michetti?”. Fui jefe de campaña de Gabriela cuando era candidata a vicepresidenta, ganó la elección y ahí es cuando Mauricio me propuso si quería acompañarlo en el día a día.

Su paso por el poder

—¿Le cambió la vida acompañar, durante cuatro años, al ex presidente?

—Absolutamente. Pensá que siempre fui un pibe común, que sale a comer con sus amigos, a tomarse una cerveza, a jugar a la pelota, estar con mi familia. De pronto llega el poder, la Casa Rosada, el Congreso, los protocolos, los viajes. Te cambia la cabeza. Pero a la larga te das cuenta de que el poder es efímero, que el día a día te lo llenan otras cosas. El poder puede ser el más importante del mundo, pero conociendo cómo es la política, al día siguiente, puede ser el peor del mundo. Y esa es la gran enseñanza que me dejó esto: el poder lo tenés un día y al otro día se termina, entonces, uno tiene que tratar de estar siempre con los pies sobre la tierra. De saber qué querés, de hablar con tus afectos.

—¿Qué fue lo que más le sorprendió del poder?

—Toda la gente que se te acerca. Mucha gente que, por ahí, en otro contexto, no te da bola, o nunca te escribiría, o vas a un restaurante y te atienden como si fueras el más importante del mundo. Te pasan esas cosas.

—¿Cuál fue el mito o la mentira más grande que tuvo que enfrentar su gobierno?

—Yo creo que la mentira más grande que quiere instalar el kirchnerismo es el tema del FMI. Yo creo que la gente ya no compra eso.

—En lo personal, ¿qué fue lo que más desilusionó a Mauricio durante su gestión?

—Creo que la mayor desilusión de Macri es que él pensó, cuando asumió, que el sistema político lo iba a acompañar. Que muchos gobernadores, diputados, senadores, que no eran de nuestro signo político veían en Mauricio una esperanza de que la Argentina cambie, mejore y se renueve. Y él pensó que muchos más gobernadores y dirigentes no kirchneristas, por ahí del peronismo más clásico, iban a acompañarlo en hacer todas esas reformas de fondo que él quería. Y al final no lo acompañaron.

─¿Sus padres le preguntaban cómo era el presidente?

─Eso sí, me preguntaban muchas cosas. En mi casa siempre se leyó mucho, obviamente, porque mi papá es canillita de toda la vida. De hecho, a mí un poco la vocación pública me surge de esto, yo leía mucho los diarios de chiquito y me intrigaba saber qué pensaba la gente que dirigía el país y que tomaban decisiones que afectaban a todo el mundo, para bien y para mal. Y mi familia me preguntaba “che, cómo es esto. ¿Hay tantos secretos, es todo tan misterioso como nos hacen creer?”. Y yo les decía: “Mira, Macri es un tipo transparente. No hay secretos, no hay ambigüedad”. Yo me llevé eso también del poder. Que no hay tanto misterio.

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