El fútbol argentino no se detiene. A pesar de la ola de contagios de coronavirus en la mayoría de los equipos que participan en la Copa de la Liga Profesional de Fútbol y del anuncio del Presidente de la Nación, Alberto Fernández, de este miércoles en el que amplió la franja horaria (de 20 a 6) en la que no se podrá circular, la pelota seguirá rodando.
Alberto Fernández suspendió todas las actividades deportivas que se realicen en espacios cerrados, lo que exceptúa al fútbol profesional de un eventual cese del campeonato que está en curso. Pero además, según le informaron a Clarín, el fútbol por ahora “continuará con normalidad ya que figura como actividad esencial”.
Se sabe, el fútbol argentino no resiste otro “cierre” ya que la economía de los clubes no podrá sostener los contratos de los jugadores, cuerpos técnicos y empleados sin “el producto” en marcha. Es decir, las transmisiones televisivas de los partidos deben continuar para que la maquinaria fútbol pueda seguir facturando.
Nada hará cambiar a los organizadores de la Copa de la Liga Profesional ni a la Asociación del Fútbol Argentino que en el último mes mantuvieron la actividad a pesar de los contagios masivos en la mayoría de los planteles: Sarmiento, Banfield, Independiente, entre otros, fueron los más perjudicados.
Ni siquiera se sugirió parar con la muerte del presidente de Patronato, Miguel Angel Hollman (71 años) quien contrajo el virus y falleció el 23 de marzo; ni con el contagio de, entre otros, Julio César Falcioni, el entrenador de Independiente que es paciente de riesgo (64 años) tras haber padecido un cáncer.