El remedio al que apeló el tenis para enfrentar algunos de los efectos de la pandemia fue el congelamiento del ranking para, de ese modo, evitar que los jugadores viajaran alrededor de un mundo jaqueado por el coronavirus. Todo debía comenzar a normalizarse después de Miami. Pero nada de eso sucedió. Y aparecieron las polémicas: tenistas que no dejan todo en la cancha sabiendo que mantendrán la mitad de lo conseguido hace dos años y otros que, directamente, ni siquiera arman el bolso y prefieren quedarse en su casa. Algunos ejemplos: al francés Benoit Paire le importó poco y nada jugar en la gira sudamericana de canchas lentas, su compatriota Gael Monfils ganó apenas un partido desde marzo de 2020, el australiano Nick Kyrgios sólo disputó dos torneos en su país en 2021 y Roger Federer dijo que “sé que debería estar 800° en el ranking” cuando consiguió un sólo triunfo en los últimos 15 meses. Y hasta Guido Pella y Juan Ignacio Londero permanecen en el top 100 con resultados muy pobres en la pandemia.
Según un listado reproducido por el periodista Ayrton Aguirre en el sitio puntodebreak.com, habría 11 tenistas top 30 del circuito masculino que tendrían que ubicarse en la mejor posición de sus carreras si se tomaran en cuenta solamente los torneos que jugó cada uno. Así, Andrey Rublev debería ser tercero del ranking, Jannik Sinner y Aslan Karatsev tendrían que estar entre los diez mejores y Casper Ruud, Lorenzo Sonego y Alejandro Davidovich estarían mucho mejor ubicados de lo que están ahora.
La discusión seguirá por lo menos hasta el 5 de agosto cuando se regresaría al sistema tradicional. ¿Se regresará?
