El partido entre Dinamarca y Finlandia, que marcó su debut en la Euro 2020, será recordada como el día en que el danés Christian Eriksen (29) casi muere dentro de una cancha. El talentoso volante que se desempeña en el Inter de Italia se desplomó en medio del partido y salvó su vida gracias al esfuerzo de los paramédicos, que estuvieron practicándole técnicas de reanimación durante casi 15 minutos.
Eriksen fue trasladado a una clínica cercana, y el partido se terminó reanudando a pesar de lo afectados que habían quedado sus compañeros, la mayoría de ellos llorando, porque estuvieron a punto de ver morir a su compañero.
Desde la UEFA y la Unión Danesa de Fútbol aclararon que al saber que Eriksen estaba fuera de peligro se había tomado la decisión de reanudar el encuentro. Pero el episodio ya había calado en los futbolistas de Dinamarca, que terminaron perdiendo el encuentro ante Finlandia por 1 a 0.
En conferencia de prensa, el entrenador Kasper Hjulmand no hizo demasiada mención al resultado deportivo, una anécdota teniendo en cuenta el drama que se vivió alrededor de Eriksen, una de las grandes figuras de su Selección. Pero sí dio detalles sobre cuánto afectó a sus dirigidos lo que pasó en la cancha, en especial al capitán Simon Kjaer, quien con su accionar fue fundamental para salvar la vida de Christian.
“Los jugadores estaban deshechos, fue una experiencia muy traumática”, describió Hjulmand, quien habló de una noche “muy dura” en la que el fútbol quedó en un segundo plano y todos recordaron que “lo más importante en la vida son las personas que tenemos cerca, la familia y los amigos”, según sus palabras.
Según contó el DT, respecto a la reprogramación, a los jugadores se les plantearon dos escenarios: seguir el partido o aplazarlo hasta el día siguiente. Cuando se enteraron de que Christian se encontraba bien, aceptaron jugar lo más pronto posible para “pasar el mal trago cuanto antes”, explicó el entrenador.
En los instantes previos al reinicio del partido, el DT hizo una emotiva arenga para los futbolistas que quedó registrada en las cámaras de televisión. “Estoy orgulloso de ellos”, manifestó luego.
“Está claro que no se puede jugar un partido con estos sentimientos. Es increíble que los jugadores salieran en la segunda parte y fueran el mejor equipo. No puedes jugar un partido a este nivel después de ves a uno de tus mejores amigos luchar por su vida”, afirmó Hjulmand.
Y agregó: “Es una noche dura, todos nuestros pensamientos están con él y con su familia. Christian es uno de los mejores jugadores del mundo, pero todavía es mejor como persona”.
Hjulmand explicó que vio tan golpeados a sus dirigidos que entendió que alguno no estuviera en condiciones de salir a jugar el segundo tiempo, por eso les ofreció la oportunidad de salir reemplazados.
Y destacó especialmente la situación del capitán Kjaer al revelar que le pidió el cambió a los 18 minutos de iniciada la reanudación. “Estaba muy afectado, no podía seguir. Lo comprendo perfectamente. Son muy buenos amigos”, señaló el DT sobre el futbolista del Milan, quien vive en Italia en la misma ciudad que Eriksen y son íntimos desde las juveniles de Dinamarca.
“Cuando terminó el partido todos llegaron al vestuario y llamaron a sus familias, fue una vivencia que nos golpeó muy fuerte a todos”, terminó diciendo Hjulmand.