La prueba de los 400 metros con vallas -que se ha convertido en los últimos tiempos en una de las más atractivas del programa de este deporte a nivel internacional- también promete ser el plato fuerte en los Juegos Olímpicos de Tokio en pocas semanas. Y un “aperitivo” de esa carrera se vio este jueves en uno de los estadios míticos del atletismo, el Bislett en Oslo. Allí el ídolo local Karsten Warholm batió el récord del mundo más antiguo vigente en las pruebas de pista masculinas al ganar con 46 segundos y 70 centésimas en los Bislett Games, mejorando en 8/100 el primado que, desde los Juegos Olímpicos de Barcelona hace casi tres décadas (6-8-92) había fijado el estadounidense Kevin Young un hombre que, a su vez, había quebrado el tope de la mayor figura histórica de la especialidad, Edwin Moses.
El bicampeón mundial Warholm venía persiguiendo este récord y, de hecho, había corrido en 46s87 como su mejor marca personal el año pasado en Estocolmo -en una temporada prácticamente malograda por la pandemia- además de tener un registro de 46s92 del año anterior en Zurich. Ahora, en “su” escenario de Oslo se dio el gran gusto, en una carrera donde el joven y ascendente brasileño Alison Brendom Alves dos Santos también tuvo una actuación espectacular: 47 segundos y 38 centésimas, nuevo primado sudamericano.
Entre Warholm y Alison, pero también con el estadounidense Rai Benjamin, quien viene de correr en 46s.83 la semana pasada durante los Trials Olímpicos de su país en Eugene, pueden producir un resultado de niveles asombrosos en los Juegos Olímpicos.
Hasta hace poco, la “frontera” de los 47 segundos sólo había sido cruzada por Young, Warholm y Benjamin se agregaron en los últimos tiempos, y también el qatarí Abderramah Samba (46s98 hace dos años). Warholm tiene el plus de su gran competitividad en las citas importantes, como lo testimonian sus dos títulos mundiales en Londres 2017 y Doha 2019. Sus comienzos fueron en el Decathlon pero desde que se concentró en la prueba de los 400 metros vallas, su evolución ha sido impresionante.
Y esto mismo sucede con Alison, sin dudas la aparición más notable del atletismo sudamericano en estos últimos años. En 2019 y todavía con edad de junior, Alison fue medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Lima, en la Universiada de Napoli y en el Sudamericano de mayores, además de arrasar con todos los títulos de su propia categoría, cerrando esa temporada como finalista en el Mundial de mayores en Doha, en su primer encuentro con el grupo liderado por Warholm. A principios de esta temporada se concentró en California y luego ingresó con todo a las competiciones: llevó el récord sudamericano absoluto a 47s.68 el 9 de mayo en Des Moines, Iowa, y veinte días más tarde lo bajó a 47s57 en Doha, por la Diamond League, en carreras ganadas por Benjamin.
En vísperas de esta carrera en Oslo, Warholm expresó:. “Tus competidores son los que realmente te empujan hacia cosas más importantes. Si solo fuera yo corriendo tiempos rápidos, no necesitaría presionar más, pero con la gente allí corriendo tiempos rápidos, también necesito dar un paso adelante”.
Su hazaña de este jueves 1° de julio se concretó delante de cinco mil espectadores, en el estado Bislett. Fue una noche cálida y nublada, donde Karsten fue recibido con todo el público coreando su nombre. Le tocó el andarivel 7, con el brasileño a su izquierda y el francés Ludvy Vaillant a la derecha. Warholm salió con una velocidad crucero y llegó con buena ventaja tras la curva final, su ritmo no decreció nunca, mientras el aliento del público era incesante. Alison le escoltó y tercero fue Yasmani Copello, un cubano que ahora representa a Turquía, con 48s.86.
Warholm es una de las grandes figuras deportivas que Noruega ha lanzado al estrellato en los últimos tiempos y su país tiene firmes esperanzas en los Juegos de Tokio, tal como sucede también con su mediofondista prodigio Jakob Ingebrigtsen, reciente vencedor de la “armada africana”.
Nacido el 28 de febrero de 1996 en Ulsteinvik, Warholm desde chico jugaba fútbol y esquiaba, aunque no en largas distancias, hasta que un amigo lo incentivó para que se acercara al atletismo. “Yo tenía ocho años, me animé a competir en una carrera de 200 metros y me gustó”, contó. Warholm se proclamó campeón mundial Sub18 del octathlon en Donetsk (2013) con 6.451 puntos. Al año siguiente, en el Mundial Sub20 en Eugene terminó 10° en el decathlon con 7.551 puntos. Y en 2015 fue subcampeón europeo Sub20 del decathlon, y también de los 400 llanos, en Eskilstuna, Suecia.
Entre sus marcas personales se contaban 14s30 en los 110 metros vallas, 2m05 en salto en alto, 4m30 en garrocha y 7.66 en salto en largo. Sin embargo, el entrenador Leif Olav Alnes, con quien comenzó a trabajar en 2015, lo convenció de dedicarse a los 400 metros con vallas.
“Mi sueño era participar en los Juegos Olímpicos. Y Leif me explicó que necesitaría mucho tiempo más para aprender cada una de las especialidades. Por eso, era mejor concentrarme en una prueba”, recordó Warholm en una entrevista con Track and Field News.
Aunque ya tenía algunos antecedentes en los 400 vallas, su primera temporada a pleno fue la del 2016, alcanzando el sexto puesto en el Campeonato Europeo de Amsterdam y la semifinal olímpica en Rio de Janeiro, además de lleva el récord noruego a 48s49. En 2017 se ubicó en la elite mundial de los 400 vallas -48s22 fue su mejor marca de la temporada- con la conquista en Londres, coronada con un gran festejo. También ese año corrió los 400 llanos por debajo de los 45 segundos (44s87, su mejor registro personal). Y un año después ya estaba por debajo de los 48s en las vallas.
Aunque Oslo es la base para sus entrenamientos, durante los crudos meses invernales se traslada con su entrenador y su equipo a Tenerife, España. En la citada entrevista, Warholm también comentó: “Rai y Samba son dos talentos naturales, súper delgados, altos… Si una máquina se dedicara a fabricar un corredor perfecto en los 400 vallas saldría Rai. O Samba. Yo también tengo mis talentos, pero soy un poquito más bajo, aunque más robusto. Lo que hago es correr con toda mi energía y voluntad, en todo momento”. Warholm mide 1,87 m. su peso habitual es 80 kilos y destaca por su potencia, decisión y sincronización técnica.
En la previa de Tokio se espera otro duelo con Benjamin, el 9 de julio en Montecarlo.