El empate de los Juveniles de Boca ante Banfield en el Sur revolucionó las últimas horas del club después de un resultado con matices heroicos por el contexto, por la falta de jugadores profesionales, por los dos partidos en 34 horas, los estrenos de chicos de la 4ta y de la Reserva y el fuego cruzado entre el club, la Liga, AFA y el Gobierno. Pero en medio de todo ese escenario, de presentación constante a cada chico con numeración de fútbol americano, también se impuso la figura de Sebastián Battaglia, el entrenador que también tuvo un bautismo especial.
Battaglia dirigió a Boca ante Banfield con muchos pibes de Inferiores. (Foto: AFP).
El futbolista con más títulos de la historia de Boca (17 en total, con 4 Libertadores sobre sus espaldas) debió salir al rescate ante el aislamiento forzado al que sometieron a Boca desde el Ministerio de Salud sin la chance de un corredor sanitario como se les permite en la Copa Libertadores. Y sus chicos dejaron una buena imagen, al punto de ganarse elogios en continuado en las redes sociales.
Pero lo cierto es que la tarea de Battaglia en las Inferiores está coordinada desde hace tiempo con la de Miguel Ángel Russo. Es que al cabo, el proyecto de darle espacio a las juveniles que craneó Juan Román Riquelme en su arribo al club tiene en el Boca Predio mucho de trabajos de día a día que se complementa.
Cuando el club fue notificado sobre la imposibilidad de utilizar a los titulares, el primero en llamar a Battaglia fue Juan Román Riquelme. Allí le trasladó tranquilidad, le pidió que preparara el partido con los chicos que tenía en el día a día y luego Miguel Russo charló con el DT momentáneo, quien ya había tenido una experiencia al frente en un partido oficial de primera: en diciembre de 2018, ante Unión, dirigiendo a Banfield en reemplazo de Julio Falcioni.
“Parte de nuestro trabajo es la finalización de la formación de un jugador. Todo el tiempo estamos a disposición de la máxima categoría. En lo que necesiten. Hablamos desde el primer momento que llegamos en lo que queríamos para los chicos, hablarles sobre lo que representa entrenar con la Primera, lo que conlleva hacer una pretemporada y prepararlos para cuando les toque; la Reserva es muy cambiante porque desde el primer momento sabíamos que la idea era subir chicos, promoverlos y el que llegue a nuestra categoría se tiene que adaptar”, contó hace meses Battaglia, quien llevó a la Reserva a la final del torneo pasado en donde cayó ante Sarmiento, justo en la cancha de Banfield. El mal recuerdo de esa tarde se transformó en un sueño cumplido para muchos en el mismo escenario.
Con la decisión de no sumar ni a Edwin Cardona ni a Frank Fabra (ambos terminaron sus aislamientos correspondientes pero no tuvieron ningún entrenamiento de fútbol bajo las órdenes de Battaglia ni se conoce con los pibes de Inferiores) consensuada entre las partes con Russo, el DT que fue secundado por Juan Krupoviesa demostró que su idea de juego se mantiene más allá de la constante promoción de pibes a la máxima categoría.
Es que desde que Battaglia está con la Reserva, pandemia mediante, ya fueron 10 los chicos que Russo pudo poner con los adultos en distintos partidos de Boca por competencias oficiales. Y tras el juego del otro día, algunos apellidos más se anotaron para lo que se viene.
“El diálogo es diario en el predio. Estamos a disposición de Miguel (Russo), del cuerpo técnico y de lo que necesiten en cada práctica. Entrenamos mucho junto a ellos a la par. Es importante el respaldo de Riquelme y del Consejo de fútbol en el predio, que estén dedicados al club y apoyando a los Juveniles. Me tocó venir en una etapa en la que los chicos tienen su lugar, que los de abajo ven que sus compañeros llegan y tienen sus oportunidades; así que es un desafío para todos”, puntualizó hace semanas el jugador que tuvo su estreno como DT de Boca ante Banfield; vaya paradoja, el mismo rival que jugó su último partido en Brandsen 805, en 2011.
Con muchos de las Inferiores posicionados ya entre titulares y con un Boca proyectado a 2022 y 2023 con varios juveniles para afrontar las competencias (NdR: Riquelme adelantó que piensa utilizar a chicos en las próximas ediciones de la Copa Argentina), el trabajo de Battaglia estará cada vez más cerca de la Primera División. Esa de la que se tuvo que hacer cargo ante Banfield y que lo tendrá también contra San Lorenzo. Con su calma habitual. Al cabo, como sus dirigidos, él también está construyendo su futuro en el club.