Novak Djokovic ya es considerado uno de los mejores jugadores de todos los tiempos. Pero en Nueva York tendrá la chance de escribir su nombre con letras doradas en la estadística más significativa del tenis y zanjar quizás esa discusión sobre quién es el GOAT (Greatest of All Time, en inglés) instalada desde hace varias temporadas en el mundo de la raqueta. El serbio irá desde este lunes a la caza del título del US Open para completar el Grand Slam calendario, algo que no se consigue desde hace más de medio siglo, sumar su 21° trofeo “grande” y transformarse en el máximo ganador de Majors de la historia, dejando atrás a los dos grandes rivales de su carrera, Roger Federer y Rafael Nadal.
Con ese objetivo por delante, Nole será, sin dudas, la gran atracción en Flushing Meadows y las ausencias por lesión del suizo y el español -con quienes hoy comparte el récord de 20 Grand Slams- y del campeón defensor Dominic Thiem (todos lesionados) aumentan su favoritismo en la previa del certamen.
Aunque no será nada sencillo para el número uno conquistar el torneo por cuarta vez (lo ganó en 2011, 2015 y 2018). Porque enfrente tendrá a varias estrellas de la NextGen, con Daniil Medvedev, Stefanos Tsitsipas y Alexander Zverev a la cabeza, que llegan con la confianza bien alta, en un gran nivel y dispuestos a dar el batacazo.
Djokovic desembarcó en Nueva York con chapa de candidato, lógica por su posición como número uno del mundo, su calidad como jugador y porque este año ganó el Australian Open -venció en la final a Medvedev en tres sets-, Roland Garros -con triunfos en semis ante Nadal y en el partido decisivo ante Tsitsipas-, y Wimbledon -superó a Matteo Berrettini-.
Imbatible en las grandes citas llegó a Tokio en búsqueda del oro en singles para mantener viva la posibilidad del Golden Slam (ganar los cuatro “grandes” y la medalla dorada en los Juegos), un logro inédito que solo consiguió Steffi Graf en 1988. Pero su caída en las semis de la cita olímpica ante Zverev le puso fin a ese sueño.
Djokovic ya tiene en sus vitrinas 20 títulos de Grand Slam. En Nueva York buscará el 21°. Foto AFP
El serbio se despidió de la capital japonesa unos días más tarde envuelto en la polémica, porque en el duelo por el bronce, que perdió frente al español Pablo Carreño Busta, tuvo una actitud reprochable: revoleó una raqueta a la tribuna y luego rompió otra contra la red. Y poco después, se bajó del duelo por el tercer puesto del doble mixto aduciendo un dolor en el hombro.
Una semana más tarde, anunció su baja del Masters 1000 de Cincinnati, el único certamen que planeaba disputar en la previa del US Open. “Me estoy tomando un poco más de tiempo para recuperarme y reponerme después de un viaje bastante agotador físicamente desde Australia a Tokio”, contó en sus redes sociales, explicando que el cansancio de la temporada lo llevó a tomar su decisión.
Su meta estaba más que clara: llegar de la mejor manera física y tenística a Nueva York -donde el año pasado fue descalificado tras pegarle sin querer un pelotazo en el cuello a una jueza de línea– para no dejar escapar un título histórico. Si logra gritar campeón, será la primera vez que un jugador se quede con los cuatro “grandes” en una misma temporada desde 1969, cuando el australiano Rod Laver lo consiguió por segunda vez (la primera había sido en 1962).
El único otro varón que alcanzó ese difícil logro fue el estadounidense Don Budge (1938); entre las mujeres, en tanto, lo lograron su compatriota Maureen Connolly (1953), la australiana Margaret Court (1971) y Steffi Graf (1988, el año que se quedó con el Golden Slam).
Por lo que se pudo ver en sus primeras sesiones de entrenamiento en la cancha del Arthur Ashe, Nole está al cien por ciento. Aunque por el descanso más largo que lo esperado, no tendrá la carga y el ritmo de partidos que seguramente esperaba tener de cara a un certamen tan exigente. Es más, será la primera vez en su carrera que jugará en Nueva York sin haberlo hecho antes ni en Cincinnati ni en el Masters canadiense, las dos grandes citas previas al “grande” norteamericano.
Tal vez esa falta de rodaje le pese. Pero cuando el número uno se fija un objetivo, difícilmente se le escapa. Y Nole –quien ya es el tenista con más títulos de Masters 1000 y con más semanas pasó en la cima del ranking– se cansó de repetir que su sueño es ganar más Grand Slams que nadie y dejar su marca en los libros del tenis. Ahora está tan cerca de conseguirlo que no sería descabellado apostar por una victoria suya en Flushing Meadows.
Nole vs. la NextGen
¿Quiénes podrían aguarle la fiesta a Djokovic en Nueva York? Los tres máximos candidatos son los líderes de la nueva generación, que escolta hoy al serbio en el ranking mundial: Daniil Medvedev, Stefanos Tsitsipas y Alexander Zverev. Jóvenes y talentosos, están viviendo además grandes momentos.
Zverev, que le ganó a Djokovic la semis en los Juegos Olímpicos, gritó campeón la semana pasada en Cincinnati. Foto Susan Mullane-USA TODAY Sports
El alemán, cuarto de la clasificación, es quien, en los papeles, tiene más chances de bajar a Nole. Porque viene de darle vuelta el partido y ganarle con autoridad en las semifinales de los Juegos Olímpicos por 1-6, 6-3 y 6-1. Y porque la semana pasada, gritó campeón en Cincinnati, donde derrotó por un claro 6-2 y 6-3 en la final al ruso Andrey Rublev, otro que podría anotarse para sorprender al serbio.
Medvedev, número dos del mundo, también arrancó con buenas actuaciones la gira de canchas duras. Jugó la final en Toronto, que perdió con el estadounidense Reilly Opelka, y luego cayó en semis en Cincinnati frente a su compatriota Rublev. Al ruso, además, el sorteo el cuadro le deparó un camino bastante más sencillo que Djokovic, quien ya desde la tercera ronda podría encontrarse con rivales que, al menos, lo harán transpirar.
En tanto, Tsitsipas, tercero del ranking, llegó hasta las semifinales en los esos dos torneos, en los que se despidió ante los futuros campeones, Zverev y Opelka.
Medvedev arranca como segundo favorito y una de las grandes amenazas de Nole. Foto AP Photo/Darron Cummings
¿Cuál es la ventaja que tiene Djokovic sobre ellos? Nada menos que su vasta experiencia -y gran rendimiento- en los Grand Slams, torneos que aún les son esquivos a sus jóvenes rivales.
Medvedev, Tsitsipas y Zverev ya saben lo que es llegar a las instancias decisivas de un Major. El ruso fue finalista en el US Open en 2019 y en Australia este año. El griego alcanzó esa instancia por primera vez en Roland Garros esta temporada. Y el alemán, el año pasado en Nueva York. Pero todavía no sumaron sus primeros títulos en esta categoría.
Aunque vienen desde hace un par de temporadas en clara evolución y en este 2021, sobre todo, están mostrando un nivel altísimo de tenis que podría poner en aprietos a Djokovic.
El US Open será entonces el show de Nole contra la NextGen. ¿Aprovecharán las estrellas de la nueva generación la ausencia de algunas grandes figuras para dar el batacazo en Nueva York? ¿O logrará el serbio levantar un trofeo histórico y meterse en la historia grande del tenis?
MC
