Los Murciélagos, la Selección Argentina de fútbol para ciegos, sigue su andar triunfante en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 y sueña a lo grande. Esta madrugada derrotó en las semifinales al combinado de China por 2-0 y se metió en la final del certamen, asegurándose al menos la medalla de plata, logro que ya gozó hace 17 años, en Atenas 2004.
Una vez más fue Maxi Espinillo, el goleador del equipo y dueño de una historia de vida conmovedora, quien se lució en la victoria de los dirigidos por Martín Demonte. El futbolista de 27 años amplió a 7 su racha personal con los dos tantos que le valieron la clasificación al conjunto argentino.
El primero fue de penal y sirvió para destrabar un partido muy parejo y friccionado, en el que la humedad reinante hizo complicado el sostén físico. Maxi ya había fallado uno sobre el final del primer tiempo pero esta vez su fierrazo se metió sin atenuantes en el arco del arquero chino y fue el primero para los de celeste y blanco.
Un rato después, con Argentina más cómoda en el partido, Espinillo volvió a hacer de las suyas y sacó un remate fuerte y rasante (su marca registrada) que con la ayuda del palo volvió a encontrar la red. Fue el 2-0 y de ahí a esperar el final del juego, con el festejo por regresar a una final olímpica y el sueño de todos: la medalla dorada.
Desde que se creo la modalidad de Fútbol 5 en los Juegos Paralímpicos, Los Murciélagos alcanzaron la plata en Atenas 2004 y el bronce tanto en Beijing 2008 y Río 2016. Y en el amanecer de este sábado, a las 5,30 horas de la Argentina, estarán nuevamente en el podio, a la espera de la definición en la otra semifinal para conocer su rival, entre el imbatible Brasil y Marruecos.