Lisboa, 19 sep (EFE).- Una cierva dibujada en roca de pizarra con trazos únicos cerrados y mediante piedras muy cortantes. Un esbozo con más de 20.000 años que se ha convertido en el último hallazgo del enclave rupestre hispanoluso Côa-Siega Verde, en plena frontera de la cuenca del Duero y catalogado como Patrimonio de la Humanidad.
Se trata de un grabado localizado en el valle portugués del río Côa (afluente del Duero), en una roca que ya estaba partida y con más de 20.000 años de antigüedad, relata a EFE Thierry Aubry, el arqueólogo del Côa.
A diferencia del resto de representaciones de ciervos, el ojo de esta cierva no es circular, “es muy simple”, ya que está representado por una línea.
Su cabeza es “muy pequeña”, en proporción al resto del cuerpo, y su estilo y la técnica se basan en trazos cerrados y únicos, realizados por incisión en la roca con piedras muy cortantes.
Por primera vez se ha localizado un grabado en esta zona del Valle del Côa cuyo estilo es comparable a las pinturas de ciervas paleolíticas que se han ido descubriendo en el norte de España, sobre todo en Cantabria, avanza Aubry.
Eso sí, esta cierva es un grabado, mientras que las localizadas en el norte español están dibujadas con pinturas de color rojo.
En el Valle del Côa, cuyo arte rupestre fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1998, existen 1300 paneles artísticos distribuidos a orillas del río donde medio millar contienen grabados de la época del Paleolítico.
De forma semejante, al otro lado de la frontera, a orillas del río Águeda -que discurre paralelo al Côa hasta el Duero por la provincia española de Salamanca- están localizados en Siega Verde casi un centenar de paneles rupestres que, como extensión del Côa, fueron declarados Patrimonio Mundial en 2010.
EL MAYOR PANEL DE GRABADOS RUPESTRES
Thierry Aubry también ha mostrado su alegría por otro hallazgo localizado en los últimos meses, que no es otro que una roca con, al menos, una dimensión de 10 metros en la que hay representados diferentes animales.
El panel fue descubierto durante unas excavaciones en 2020 y ahora, tras una nueva intervención, se ha comprobado que la roca es aún mayor y han salido a la luz nuevos grabados.
De momento, “es el panel de mayores dimensiones descubierto en el Côa, con 10 metros de longitud, aunque no sabemos cual será su dimensión real”, ya que parte de la roca aún continúa tapada por los sedimentos y se irá descubriendo en futuras excavaciones.
Se trata de un panel tapado por el agua del río, al que sólo se puede acceder si se baja el nivel de la presa que hay en la localidad lusa de Pocinho, en la frontera con el Parque Natural Arribes del Duero de Salamanca.
Se trata de la “Roca 9”, ubicada en el término municipal portugués de Fariseu, a escasos metros de donde ha sido localizada la figura de la cierva.
En ella llama la atención la gran cantidad de uros que hay representados, incluso uno que tiene una dimensión de 3,5 metros, explica el arqueólogo.
COOPERACIÓN HISPANOLUSA
La Presidenta de la Fundación Côa Parque, Aida Carvalho, expuso a EFE las buenas relaciones que hay con España para la promoción conjunta de Siega Verde y Côa.
Incluso tienen a la venta en sendas estaciones rupestres una entrada conjunta para que los visitantes puedan conocer a la vez los dos entornos.
Carvalho avanzó que en marzo de 2002, el Museo del Côa, ubicado en Vila Nova de Foz Côa, acogerá la exposición “Arte prehistórico, de la roca al museo”, que pertenece al Museo Nacional de Arqueología de Madrid y que actualmente se exhibe en el Museo de Altamira (Cantabria, España). Los comisarios serán los expertos españoles Eduardo Galán, Ruth Maicas y Juan Antonio Martos.
Además, Côa y Siega Verde, en el marco del proyecto “Paleoarte”, financiado con fondos europeos del Programa de Cooperación Transfronteriza Interreg España-Portugal (POCTEP), han creado la muestra “El arte sin límite”, que se exhibirá desde marzo próximo en el Museo Nacional de Arqueología de Lisboa. Carlos García