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La pasión de Astor Piazzolla por la pesca de tiburones, un largo diálogo grabado con su hija Diana -fallecida en 2009-, el músico tocando el bandoneón cuando era niño y la cinta filmada por el propio artista en Nueva York cuando compuso la emblemática pieza “Adiós Nonino”, son algunas de las imágenes que nutren “Piazzolla, los años del tiburón”.
El documental, que revela por primera vez los archivos privados del bandoneonista que revolucionó el tango y lo popularizó en el mundo, se estrena el próximo martes a las 22:00 en HBO y HBO GO; y hace hincapié en la faceta menos conocida del talentoso artista, que presenta hechos jamás contados de su vida a partir del archivo familiar privado.
Con la ayuda de Daniel Piazzolla -hijo de Astor-, el director del film, Daniel Rosenfeld, llevó adelante un minucioso trabajo de reconstrucción de la vida del prócer de la música argentina, labor que conduce al público a bucear por los aspectos más íntimos de su personalidad.
Un punto interesante del relato cinematográfico es que muestra la fascinación del músico por la pesca de tiburones, que él mismo compara con tocar el bandoneón, cuando dice que “para ambas actividades se requiere mucha fuerza”.
En diálogo por WhatsApp con Infobae Cultura -la pandemia por ahora no deja alternativas para encuentros en persona-, Rosenfeld narró cómo fue el proceso de realización del film, la ardua tarea de selección de imágenes y lo que más le llamó la atención de Piazzolla al sumergirse en esos archivos.
– ¿Cómo surgió “Piazzolla, los años del tiburón”?
– Creo que muchas veces una película impulsa a otra y, en este caso, yo había conocido, hace más de 10 años cuando hice una película sobre Dino Saluzzi, a Daniel Piazzolla, quien me dijo: “¿Cómo puede ser que no hayan filmado a mi papá cuando estaba vivo, siguiéndolo en giras y siguiendo ese proceso que parecía de tres actos, de estar de pesca, componer e ir de gira? Eso quedó en el aire y 10 años después surgió la posibilidad de hacer una película.
– Uno de los máximos atractivos del documental es que revela los archivos privados de Astor. Contanos cómo fue ese -imagino que arduo- proceso de selección de imágenes.
– Quería hacer un largometraje que no fuera con entrevistas de terceras personas hablando sobre Piazzolla y para eso había que hacer una película en primera persona: Piazzolla por Piazzolla. Y la quería hacer en base a archivos pero no sabía si existían.
Adentrándome en la producción de la película, me di cuenta de que no había archivos de Piazzolla en Argentina. O estaban en mal estado o se habían perdido… Y en la casa de Daniel Piazzolla, que es el único integrante vivo de ese núcleo familiar de la infancia porque Astor, su esposa y su hermana Diana fallecieron, encontramos unas cintas que eran 8 milímetros, otras grabaciones de audio que él se grababa en su casa y unos casetes de charlas íntimas que tuvo con su hija Diana. Entonces sí, ahí estaba la posibilidad de armar una película a partir de archivos inéditos.
Por supuesto que muchas fundaciones y coleccionistas colaboraron en la búsqueda, que fue ardua. Hay que pensar que el 90% del cine mudo en la Argentina está perdido y el sonoro está en muy mal estado y que al día de hoy no existe una cinemateca del Estado que pueda resguardar el patrimonio audiovisual. Hubo que restaurar fílmicos, escanearlos y luego decidir qué quedaba afuera, que es la gran tragedia del desmontaje de tantas cosas buenas.
– ¿Qué fue lo que más te llamó la atención de Piazzolla al sumergirte en esos archivos y verlo tan íntimo?
– Fueron 28 semanas de trabajo en el montaje solamente, donde la ambición era que el espectador, al terminar la película, sintiera que ese torbellino Piazzolla había pasado por ahí, dejando de lado quizás muchas cosas que obedecen al periodismo o a la información porque hay libros que son excelentes, hay también entrevistas de él hablando que se pueden encontrar y quien quiere saber más de Piazzolla tiene que escuchar su música. Con eso es suficiente.
Por eso nosotros queríamos armar un relato que pudiera dar cuenta del misterio de la creación, de la importancia del amor y desamor en el proceso creativo, y dar cuenta de la genialidad de Piazzolla que es el creador de un alfabeto nuevo, donde vos escuchás tres notas y sabés que es él. Muy pocos artistas pueden hacer eso hoy y por eso, posiblemente, es uno de los pocos que ha hecho vanguardia.
– ¿Qué sentís que le aportó la mirada de Daniel Piazzolla al film?
– Daniel vio la película el día del estreno, así que fue muy emocionante para él. Incluso, en la película, se lo ve emocionado porque escucha, después de muchos años, la voz de su hermana, que realmente lo conmueve. Él es un gran músico, que tocó también con Astor durante muchos años. Es un testigo privilegiado de la intimidad creativa y de la intimidad familiar. Es uno de los ejes de la película también.
– Recién lo mencionabas. En el documental aparece la voz del compositor en diálogos íntimos con su hija Diana, fallecida en 2009. Me imagino que ver eso por primera vez habrá sido muy movilizante…
– Justamente Diana Piazzolla estaba viviendo exiliada en México distanciada de su papá. Él viaja para un concierto y ahí se reúnen, quizás a manera de reconciliación, para armar un libro sobre Astor. Esas charlas íntimas de trasnoche, que estaban pensadas solamente como un registro de apuntes, fueron parte de las que están en la película. Por eso también es una película sobre una hija buscando a su papá y viceversa. Y sobre la familia. Todos conocemos en nuestras familias lo que son las peleas, los reencuentros, las tensiones, los amores… Todo eso que todos vivimos también está en el relato.
– Hay una grabación de una llamada de Astor a un periodista donde le dice que lo va a ir a buscar para pegarle si no deja de atacar su música. ¿Le importaba mucho la mirada ajena?
– En la película hay un momento singular porque con un grabador de cinta abierta Piazzolla graba una conversación que tiene con un gran periodista de la época, Nelson de Radio Mitre, en donde discuten y Piazzolla le dice que lo está arruinando públicamente porque está hablando muy mal de él. Y el periodista le dice: “Mientras vos hagas cosas híbridas voy a seguir hablando así de vos”. Eso muestra también el carácter de los dos y realmente cómo se lo señalaba a él por hacer algo distinto.
Haciendo la película descubrí, por una infinita cantidad de recortes que fueron guardados por el coleccionista Víctor Oliveros, que acaba de fallecer y siguió a Piazzolla desde los 20 años, que Astor era una estrella desde muy joven.
Él tenía la ambición de hacer una música que no fuera sólo para bailar, que fuera para escuchar. Por eso en un momento dice que lo llamaban el “enemigo de los pies” porque no podían bailar con su música. Creo que a partir de ahí vino un poco esta cuestión de las críticas y ni hablar cuando empezó a hacer un montón de experimentación, como el octeto electrónico y un montón de formaciones, donde Piazzolla decía: “Esto es música de Buenos Aires”. Ni siquiera hablaba del “tango nuevo”.
– La última pregunta tiene que ver con la llegada del film a HBO. Me imagino que te debe poner muy feliz por el hecho de que la obra de Astor, de alguna manera, puede seguir trascendiendo fronteras…
– Que se estrene la película en HBO es la posibilidad de que sea vista por un montón de gente en Latinoamérica que no la pudo ver. Para quien no tenga el abono, la puede ver bajando la aplicación HBO GO, que otorga una semana gratis. O sea, que quien quiera verla la puede ver. Y eso es importante.
Quería destacar que hay muchísima gente joven que no tiene ningún interés en Piazzolla o que cree que Piazzolla es solo “Adiós Nonino”; y es tan complejo el arco musical que será por eso también que Luis Alberto Spinetta y tantos músicos de todo el mundo se conmueven con su obra.
Incluso Spinetta contaba que cuando él era chico peleaba con su familia al hablar de Piazzolla porque lo veía como un revolucionario. Y los chicos más jóvenes que ven la película hoy dicen: “Esto no es tango, es un rockero”. Porque realmente Piazzolla rompía los moldes y luchaba de manera muy perseverante por conseguir sus sueños. Y bueno, claro, tenía con qué…
*Piazzolla, los años del tiburón, documental de Daniel Rosenfeld. Estrena el próximo martes a las 22:00 en HBO y HBO GO
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