
La jornada de este martes marcó un punto clave en el proceso que tiene a una obstetra en el centro de la escena judicial. En la sala de Tribunales, la profesional escuchó las últimas exposiciones de la fiscalía, antes de conocer el veredicto por el fallecimiento de un bebé ocurrido en el Hospital Rawson hace más de tres años.
La causa se remonta a julio de 2021, cuando una joven madre llegó al nosocomio para dar a luz a su hijo, Lorenzo Narváez Barrionuevo. Horas más tarde, el pequeño murió minutos después de haber nacido, lo que dio inicio a una compleja investigación encabezada por la UFI Delitos Especiales.
Durante los alegatos, el fiscal Francisco Micheltorena cuestionó duramente la actuación de la médica, a quien acusó de no intervenir pese a una evolución del parto que —según la fiscalía— exigía una reacción inmediata. Sostuvo que la paciente llevaba casi un día de trabajo de parto inducido y que se registró una prolongada falta de progreso, sin decisiones clínicas oportunas para evitar complicaciones graves.
Los peritos oficiales ratificaron la hipótesis fiscal y señalaron que el bebé permaneció sin descender durante varias horas, lo que habría provocado un cuadro de asfixia prolongada. A su vez, la médica forense que intervino describió los valores del cordón umbilical como compatibles con un sufrimiento fetal sostenido.
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