“Siembra en los niños ideas buenas aunque no las entiendan, los años se encargarán de descifrarlas en su entendimiento y de hacerlas florecer en su corazón”. En la frase de María Montessori se interpreta la importancia de comenzar desde la primera infancia a inculcar saberes porque lo ayudaran a lo largo de toda su vida.
Hemos asistido en los últimos días, a la “Semana del Nivel Inicial”, donde pudo observarse cómo son las nuevas líneas pedagógicas, por qué se trabaja en la alfabetización inicial y cuáles son sus propósitos.
Si consideramos que la primera infancia es un periodo clave en la historia de cada niño, entenderemos la importancia de generar huellas relevantes para su trayectoria personal y educativa futura. Es la etapa donde se sientan las bases del desarrollo cognitivo, emocional y social que da lugar a la estructura de la personalidad de los sujetos
Es por eso que desde hace un tiempo, se trabaja en lo que se denomina alfabetización inicial, cuya fundamentación, aplicación y evolución explicaremos a continuación.
La alfabetización es el proceso a través del cual se aprende, se apropia de la lengua escrita, es un proceso donde la persona le otorga significado a las cosas y de ese modo, construye conocimiento, ideas propias y en interacción con otros.
En la misma perspectiva, la alfabetización inicial busca que los más pequeños del sistema construyan conocimiento basados en las experiencias, que se van generando en un proceso cognitivo, emocional paulatino y sostenido por el entorno. Por eso se considera que uno de los objetivos principales de la Educación Inicial es que los estudiantes reciban de forma continua, sistemática y ordenada aprendizajes en ambientes favorables que le den la posibilidad de adquirir y desarrollar todas las funciones necesarias para enfrentar su futuro.
En esa construcción de conocimientos el chico irá poco a poco armando y ordenando sus experiencias para volcarlas en las actividades propuestas. La Educación Inicial debe brindar oportunidades de convivencia, aprendizaje, así como la formación de individuos autónomos, responsables, críticos, reflexivos, proactivos. Ofreciendo lo mismo para todos de acuerdo a las necesidades propias.
El rol del docente en este caso será trabajar en contenidos de relevancia social porque contribuyen a la formación integral de los estudiantes. Esos contenidos incluyen: Convivencia Escolar, Educación Sexual Integral, Educación Ambiental, Educación Sísmica, Educación Vial, Educación y Memoria.
En particular, la Alfabetización Inicial no espera que los niños aprendan a leer y escribir según antiguos modos, no se trata de depositarles conocimientos en sus cabecitas. Las nuevas metodologías pedagógicas buscan que el chico construya conocimiento a partir de la interacción y el intercambio de experiencias.
Para ello es necesario reconocer que las diferentes propuestas didácticas implican analizar las prácticas de enseñanza, buscando nuevas concepciones sobre el objeto de conocimiento y sobre el aprendizaje. Por ejemplo, cuando se lee un cuento en la salita, la intención es que los alumnos luego, puedan renarrar y contárselos de nuevo a los docentes. Ahí están aprendiendo, la escritura desde el relato, lo hacen de manera oral, hablada y que después más adelante va a ser escrita.
El lema que este año acompañó la Semana de Educación Inicial “Acerca los libros a tu vida y comienza a soñar” traduce esa práctica de alfabetización que hoy se aplica en San Juan.
En primer lugar porque va en línea con lo que establece la Ley Nacional de Educación N°26.206; que contempla la jerarquización y revalorización de la formación inicial.
Además porque en los Núcleos de Aprendizajes Priorizados NAP, se busca promover la alfabetización inicial reconociendo la importancia del lenguaje para el acceso al conocimiento, para recrear las prácticas culturales y posibilitar el ingreso a otros mundos.
En conclusión, la alfabetización inicial muestra nuevos escenarios para que los alumnos construyan conocimiento y desarrollen habilidades. Por otra parte los docentes creando nuevas condiciones, nuevos formatos, nuevas posibilidades de aprendizaje lograran que el alumno disfrute y que esa interacción se de en un espacio cuidado con un eje vertebral, el crecimiento cognitivo, emocional y social.
“Los estudios coinciden en que el proceso de alfabetización se inicia con las primeras interacciones lingüísticas en el seno familiar, continúa durante todos los años preescolares en que el niño recibe educación informal, hasta su ingreso en la escuela formal donde se involucra en actividades de alfabetización que ya pueden considerarse de lecto-escritura convencional”, J.P. Rugerio.