Para cualquiera de los dos era el partido para la levantada: ambos tuvieron un buen arranque en la Copa de la Liga Profesional, pero con el correr de las fechas se desdibujaron. Quien ganara los tres puntos, se encarrilaba. Así lo entendió Argentinos, que fue efectivo y golpeó antes de que Banfield mostrara sus intenciones. El final del partido arrojó el primer expulsado del fútbol argentino por revisión VAR.
La jugada que abrió el marcador demandó unos siete segundos: salida fuerte desde el arco, toque en el medio para el control de Ávalos que me tió un pase en profundidad para que Cabrera definiera sin marca ante la salida de Bologna. Casi tres minutos demoró la convalidación del el VAR que evaluó la posición del autor del tanto, cuando recibió la asistencia. Todo lícito.
La jugada dejó en evidencia un problema defensivo del Taladro: la puntas izquierda y derecha funcionaron como el canal de entrada para el ataque de Argentinos. Los dos centrales debieron salir a cortar más de la cuenta y así el Bicho encontró más espacios de los que esperaba y Bologna más participación que la deseada.
Cada vez que llegó, Argentinos terminó la jugada con un remate y antes de que terminara el primer tiempo pudo ampliar la ventaja. Bologna alcanzó a tapar un cabezazo de Ávalos pero ningún compañero despejó el rebote que terminó conectando Luciano Gómez.
Argentinos controló lo poco que sucedió en su campo: Torrén esperó una arremetida de Urzi y le quitó la facilidad con una facilidad notable. El juego del Bicho sucedió a partir del mediocampo. Tocó de primera en todas y descolocó a sus marcas siempre: la inocencia con la que Banfield entregó la espalda le facilitó las cosas al equipo de Gabriel Milito.
La visita perdió las riendas -aunque no las ocasiones- entrado el segundo tiempo. Dabove adelantó las líneas, restó un defensor y sumó un mediocampista. Inevitablemente Argentinos debió ocupar los espacios que antes podía descuidar. Se abroqueló, aguantó el reposicionamiento del local y desplegó contragolpes que siguieron poniendo en aprietos a Bologna.
Pese al cambio de actitud, Banfield no le encontró la vuelta al partido y Argentinos tuvo la inteligencia y la actitud para sostener lo que consiguió con facilidad en la primera parte. Antes de que se fuera el partido, el VAR tuvo una intervención hasta ahora inédita: el cambió de una amonestación. Luciano Gómez le entró fuerte al tobillo de Urzi y se llevó una amarilla. Sin embargo él árbitro fue advertido por el intercomunicador, consultó las imágenes y terminó anulando la amarilla y mostrándole la roja al futbolista de Argentinos.