Durante la noche del 12 de julio se presentó un homicidio en el barrio Normandía, de la localidad de Engativá, al occidente de Bogotá. La víctima fue José Francisco Varona Ortiz, quien se desempeñaba desde el 2016 como notario 76 de la ciudad. Este no fue el único suceso violento que tuvo que afrontar la familia del funcionario, pues en marzo de este año, también, fue asesinado su hermano Andrés Felipe. Ambos homicidios se encontraban relacionados con un caso por la disputa de un predio en Bogotá, ubicado más exactamente en Salitre.
Tras dos meses de la muerte del funcionario, el 19 de septiembre las autoridades dieron a conocer que pudieron dar con el paradero del asesino material de los hermanos Varona Ortiz. De acuerdo con la información el sujeto fue identificado como Jorge González Garzón, un hombre de 35 años oriundo de Ataco, Tolima.
En medio de la investigación, las autoridades determinaron que no era la primera vez que González habría matado a alguien, pues cuando revisaron su historial judicial descubrieron que este ya había sido procesado en años pasados por homicidio, porte ilegal de armas y hurto.
Con respecto al cargo de homicidio, El Tiempo, pudo determinar que por este crimen estuvo tras las rejas algunos años, pocos, debido a que por buen comportamiento fue reducida su pena, que inicialmente sería de 23 años y 10 meses.
Tras salir de la prisión el asesino habría asesinado a Andrés Felipe Varona, inicialmente para mandarle una advertencia a José Francisco Varona Ortiz para que se alejará del caso y posteriormente, abría acabado con su vida porque el notario no habría querido hacer caso a las mafias.
Así como en la muerte del funcionario y su hermano, el modus operandi del primer crimen fue con un arma de fuego y una moto como medio de transporte para huir de la escena del crimen. De acuerdo con las autoridades el sicario habría cometido sus tres crímenes en lugares públicos, apuntando y disparando un arma contra sus víctimas y luego de cumplir su cometido habría huido en una moto que sería manejada por su cómplice.
Recordemos que el sospechoso fue puesto a disposición de un fiscal de la Unidad de Vida para presentarlo ante un juez de garantías. Es importante mencionar, que antes de su captura se presumía que sería solo el asesinó del notario 76, pero horas después pudieron relacionarlo, también, con la muerte de Andrés Felipe.
Con respecto al predio, que sería la razón por la que habrían matado al notario y a su hermano, hace unos meses, El Tiempo determinó que las autoridades estaban investigando a personas con un alto poder económico y criminal, quienes estarían detrás del desenglobe irregular del predio.
Esta figura se refiere a la segregación o división de un predio en dos o más inmuebles, con cambio o no de propietario, para lo cual se requiere con varios requisitos y el cumplimiento de normas urbanísticas.
El predio en cuestión, posiblemente se ubique en el barrio J.J Vargas, según indicó el diario El Espectador, por un predio de destinación social y que estaría siendo comercializado. Eso alertó a los habitantes del sector, quienes identificaron que en los documentos de desenglobe, se habrían cometido irregularidades para cambiar el uso del suelo.
El abogado Luis Clemente Ponce representa a la comunidad del barrio en el pleito judicial y, según dijo a la emisora Blu Radio, el notario se había convertido en una pieza clave del caso. Pues aunque había dicho que no tenía competencia para anular el documento de su Notaría en el que se había realizado la partición, sí les confirmó que se había violado el estatuto notarial en su expedición en un posible “volteo de tierras”.
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