Pasaron 173 días de un hecho que significó un antes y un después en la vida de Christian Eriksen: el paro cardíaco que sufrió en pleno partido de Dinamarca por la Eurocopa, ante Finlandia. Gracias a la rápida intervención de los médicos pudieron salvarle la vida y a casi seis meses de aquel momento que estremeció al mundo del fútbol, el danés volvió a patear una pelota ya que realizó trabajos físicos y con balón en el campo deportivo del Odense, club de la Primera División de Dinamarca.
El mediocampista ofensivo de 29 años decidió comenzar, por cuenta propia, una leve sesión de entrenamiento en el club en el que jugó en las divisiones inferiores. Eriksen tiene contrato vigente con el Inter de Italia y según los medios italianos, a fin de año el jugador se someterá a unos estudios para determinar si puede retornar a la práctica activa del fútbol.
El problema que tiene Eriksen, más allá de la aprobación de los médicos que lo tratan, es que las reglas de la Federación Italiana impiden que un futbolista pueda competir con un desfibrilador implantado en su cuerpo, como es su caso. Si por su problema cardíaco no pueden quitárselo, no podrá continuar en el Inter.
El momento en el cual Christian Eriksen es llevado al hospital luego de sufrir el colapso en el campo.
Foto: Friedemann Vogel / various sources / AFP
La intención del danés es volver a jugar al fútbol. Si finalmente no tiene el permiso para jugar en la Serie A, existe un acuerdo para que rescinda su contrato con el club milanés y busque una liga donde sí permitan jugar con desfibrilador.
La posibilidad más concreta, en ese sentido, sería su retorno al Ajax ya que en la Eredivisie podría jugar. De hecho, Daley Blind actúa actualmente con un desfibrilador en el club de Nicolás Tagliafico y Lisandro Martínez.