El Arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, fue el encargado de cerrar la 51° Peregrinación Juvenil a Luján, un evento que reunió a miles de fieles en la histórica basílica, con un mensaje que combina realismo y esperanza.
En su discurso, García Cuerva hizo hincapié en que muchos argentinos sienten el peso de la pobreza y las consecuencias del narcotráfico, pero instó a la comunidad a no rendirse ni optar por “atajos tramposos”.
“Hay muchos hermanos en nuestro país que ya no tienen fuerzas para seguir, que sienten el peso de la pobreza, del narcotráfico, de la enfermedad y la soledad. Por ellos también peregrinamos, porque no queremos ser un pueblo indiferente”, afirmó ante la multitud que recorrió más de 60 kilómetros para llegar a la basílica.
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