Cometió un arrebato, lo redujeron y sus parientes le dieron hasta ladrillazos a los uniformados
En villas o barrios sanjuaninos catalogados por las fuerzas de seguridad como “conflictivos” es una fija: la de que algunos vecinos salgan a bancar a delincuentes cuando la Policía los detienen.
Y ese “bancar” no es nada pacífico: es un modus vivendi que comprende la resolución de conflictos como si no hubiese Ley. Insultos, gritos, golpes y el lanzamiento de proyectiles a los representantes de la ley es moneda corriente.
No importa si ese representante tiene uniforme azul o verde; o camisa y traje y viene como emisario de Flagrancia o una Unidad Fiscal de Investigación. La cosa es impedir a cualquier precio que las autoridades se lleven a uno de los suyos.
Y eso es lo que pasó, una vez más, en la noche del domingo en un barrio de Rawson. Un delincuente de 20 años concretó un arrebato y personal de la Policía Comunal de Rawson lo persiguió y lo atrapó.
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