
En una cancha de Santa Lucía, Defensores de Argentinos vive un presente distinto. Aunque en la B local no hay profesionales y los jugadores combinan fútbol con trabajo y otras obligaciones, la pasión está intacta.
En un partido crucial, Santiago Delgado se enfrentó a la responsabilidad de un penal decisivo. “”Jamas el equipo de Santa Lucía había llegado tan lejos””, cuenta la historia. Cuando a Delgado le entregaron la pelota, corrió hacia ella y con toda su fuerza la mandó a la red, provocando un grito de alegría que creció entre los pocos hinchas presentes.
Este momento representó mucho más que un gol. Fue el fruto de horas dedicadas al club, que en fútbol 11 y futsal se afianza cada día más.
Luego de esa victoria en octavos, el equipo se entrenó con mucha entrega. Incluso, antes de un partido decisivo, compartieron un menú de ravioles al disco preparado por un amigo, símbolo de la unión que los acompaña.
« — Para ver la nota completa, ingrese a la url de la nota — »

