(NOTICIA EN DESARROLLO) El ministro de Economía, Martín Guzmán, cerró este mediodía el Foro de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), con claras definiciones sobre el sendero trazado por el gobierno nacional en materia de política económica, fiscal y tributaria. En tal sentido, el funcionario se refirió a los subsidios, a la presión tributaria, al cepo cambiario y a las versiones que impulsan una dolarización.
Durante su presentación, el funcionario sostuvo que “para que el Estado tenga fuerza lo primero es tener mayor sostenibilidad desde el punto de vista externo”, por lo que concluyó que se “necesita acumular reservas” y aseguró que “Argentina no puede abandonar el camino de construcción de una moneda más fuerte”.
En este marco, aseguró que abandonar el peso “es reconocer una derrota como Estado-Nación, lo que dañaría fuertemente a la República. Todas las propuestas de dolarización no tienen ningún sentido”, enfatizó.
El ministro destacó además el carácter “estratégico” del gasoducto Néstor Kirchner al señalar que se encuadra “en las necesidades que enfrenta la Argentina”, y sostuvo que el Gobierno nacional avanzará “impulsando licitaciones técnicas que se adecuan a las necesidades del país”
”Avanzaremos con la obra estratégica del gasoducto Néstor Kirchner, impulsando licitaciones técnicas que se adecuan a las necesidades del país”, sostuvo el titular del Palacio de Hacienda al hablar ante los empresarios que participaron del encuentro anual de AEA en el Hotel Sheraton del barrio porteño de Retiro.
Otro de los puntos que resaltó Guzmán fue el proyecto de ley sobre la Renta Inesperada: “No es un nuevo impuesto, sino una sobre alícuota por un año en un contexto de guerra, no es un nuevo impuesto. Hay otros países que ya lo adoptaron como Italia y Gran Bretaña y otros que lo están analizando”, recalcó el ministro.
“No hay progreso si no es compartido. Cuando pasa algo tan extraordinario como la guerra, nuestra responsabilidad es actuar para que la Argentina progrese sobre las bases de la equidad”, añadió Guzmán ante los empresarios que rechazan la iniciativa.
Respecto a la presión fiscal, Guzmán salió a diferenciarse y remarcó que a nivel nacional solo existen 28 impuestos. “La presión tributaria de Argentina es más baja que el promedio de la OSDE, pero el problema es la informalidad”, justificó.
En este marco, el funcionario rechazó la existencia de 165 impuestos. “¿Hay alguien que paga en Argentina 165 impuestos? Nadie paga eso. Y si no veamos cuántos impuestos hay en los Estados Unidos, sumando todos los niveles de gobierno. A nivel nacional hay 28 impuestos, de los cuales 12 recaudan el 94,5% del total. Y en las provincias habrá que ir eliminando gradualmente los más distorsivos”, enfatizó.
Al ser consultado sobre el cepo al dólar, Guzmán expresó: “Tenemos restricciones cambiarias que quisiéramos no tener, pero hay una realidad”, consideró respecto a la falta de divisas. Y dijo que solo cuando la economía esté normalizada se podrán desactivar las trabas.
Guzmán habló entonces de implementar “regulaciones macroprudenciales”, un esquema de regulaciones que desalienten la posibilidad de movimientos especulativos de corto plazo, que generar inestabilidad cambiaria, pero que faciliten la inversión en la economía real. “El punto de regulaciones de acceso a las divisas es fundamental; por eso, días atrás hemos dado un paso en esa dirección”, añadió en referencia a la flexibilización de las normas cambiarias para los exportadores de servicios.
Además, el ministro se refirió a la inflación y dijo que la única forma de bajar los precios es tener una política económica coordinada y consistente con el programa, y dar previsibilidad.
En este sentido, explicó que “tanto la política fiscal como de financiamiento avanzan para abordar el tema de la inflación de forma duradera”. Y añadió que si bien el problema de la escalada de precios en el último tiempo ha sido consecuencia a la guerra entre Rusia y Ucrania, ya había un problema de base.
Ante este panorama, advirtió que “la política contractiva para enfrentar la inflación” que se está llevando a cabo va a ocasionar “más problemas y menos distribución de ingresos”. E insistió que la única forma de bajar los precios es tener una política económica coordinada y consistente con el programa, y dar previsibilidad.
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