ESTOCOLMO, 9 mar (Reuters) – El hombre que se convirtió en el rostro de la política del no confinamiento de Suecia, Anders Tegnell, dejará su cargo como epidemiólogo jefe en el país para asumir un puesto en la Organización Mundial de la Salud (OMS), dijo el miércoles la Agencia de Salud de Suecia.
Tegnell, cuyas conferencias de prensa casi diarias tuvieron a los suecos pegados a sus pantallas durante gran parte de la pandemia, se convertirá en un experto principal en un grupo de la OMS encargado de coordinar la respuesta a la vacuna contra el COVID entre las organizaciones de salud y las empresas de distribución.
Tegnell demostró ser una figura polarizadora en la Agencia de Salud sueca. Se vio obligado a tener protección policial después de que él y su familia recibieran amenazas de muerte, pero su rostro también ha aparecido en camisetas con el lema “En Tegnell confiamos”. Algunas personas incluso se hicieron tatuajes de Tegnell.
Más de 17.000 personas han muerto en Suecia en casos relacionados al COVID-19, un número pér cápita más alto que en los países nórdicos vecinos, pero la cifra es mucho menor que en muchos otros países europeos que sí optaron por los confinamientos.
Cuando gran parte del mundo se apresuró a realizar cuarentenas mientras el coronavirus se extendía como un reguero de pólvora en el invierno y la primavera de 2020, Suecia se destacó al optar por medidas leves y voluntarias. Mantuvo las escuelas abiertas mientras que la mayoría de los restaurantes, bares y otros negocios nunca cerraron. El uso de mascarillas nunca fue recomendado.
Tegnell, de 65 años, argumentó que las cuarentenas no eran sostenibles y que las medidas voluntarias podrían lograr los mismos resultados sin dañar la confianza entre las autoridades y el público.
Sin embargo, como las muertes pronto superaron a las de otros países escandinavos, sus críticos argumentaron que la falta de iniciativas más severas en realidad erosionó la confianza pública, al tiempo que aumentó los niveles de sufrimiento humano.
Una comisión, nombrada por el gobierno tras la presión de la oposición, concluyó este mes que no se había hecho lo suficiente para detener la propagación del virus en las primeras etapas de la pandemia, pero que se habían respetado las libertades personales y que la estrategia de autocuidado voluntario había sido en general correcta.
(Reporte de Johan Ahlander. Editado en español por Marion Giraldo)