El lunes pasado hubo tres cenas de recaudación a las que acudieron empresarios de los más poderosos del país. En los pasillos del poder el escepticismo fue el denominador común de las conversaciones. Un informe de la Fundación Mediterránea lo pone de esta manera: por conflictos políticos y errores propios el camino a octubre se “empinó”.
La economía siente el golpe del apretón monetario, aseguran que acumuló cinco meses de caída y en el Gobierno reconocen que la restricción no aflojará al menos hasta principio de noviembre. El ministro de Economía Luis Caputo, en modo 2018, sale a vender dólares, los empresarios piden por más reformas estructurales pero el presidente Javier Milei tiene cada vez menos gobernabilidad.
La Casa Rosada sigue con preocupación la escalada de la tensión cambiaria de los últimos días. En el mercado hacen cuentas y especulan con que el Tesoro vendió más de u$s250 millones solo en la rueda del viernes. En la última semana la cifra de dólares sacrificados por Caputo superaría los u$s540 millones, según estimaciones del economista Luis Secco.
De ser así, al Tesoro le quedarían unos u$s1.126 millones en su cuenta para intervenir en el mercado. La presión sobre el tipo de cambio sepulta completamente la expectativa del sector productivo de un relajamiento del apretón monetario antes de las elecciones de octubre. Fuentes del Gobierno le confirmaron a Ámbito que la política restrictiva continuará al menos hasta ese momento.
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