Argentina se encuentra en un momento crítico de su historia política. Las elecciones se suceden con rapidez y cada una trae consigo un aire de dramatismo que afecta la gestión económica del gobierno. En este contexto, el oficialismo se esfuerza por mantener el valor del dólar estable antes de las elecciones, sabiendo que un mal resultado podría complicar la asistencia prometida por Estados Unidos.
Las alianzas políticas también juegan un papel fundamental. En este caso, el PRO y La Libertad Avanza se han unido en varias provincias, pero esta unión ha dejado a muchos votantes sin representación. La situación se complica aún más en Buenos Aires, donde la estrategia de campaña parece mal diseñada y genera descontento entre los votantes históricos.
La figura de Espert se ha convertido en un tema polémico. Encabezando la lista en la provincia, ha sido objeto de críticas y sospechas que han afectado la percepción del electorado. Su compañera de lista, Karen Reichardt, conocida por su paso por Playboy, ha generado aún más controversia. Muchos se preguntan cómo el PRO puede pedir a sus votantes que apoyen una lista que no representa sus valores.
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