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Las dilaciones del equipo de defensa del empresario samario Enrique Vives Caballero fueron detenidas en las últimas horas al ser notificado éste de un dictamen de Medicina Legal que afirma que puede ir a la cárcel por los infames hechos ocurridos el lunes cuando, en estado de embriaguez, arrolló a siete jóvenes en Santa Marta.
Cabe recordar que los abogados de Vives Caballero han intentado evadir la acción de la justicia en tres oportunidades: la primera cuando presentó una prueba médica manipulada de su ingreso en la clínica Perfect Body.
De este ingreso una fotografía en la que aparece Vives Caballero en cama, rodeado de tubos de alimentación intravenosa, y una biblia a su lado derecho, motivó la indignación de la opinión pública.
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La segunda acción fue una prueba de alcoholemia en la que el empresario reportaba tener dos grados de alcoholemia, pero desmentida por una tercera toma que indicó que Vives Caballero tenía tres grados de alcohol en el momento de los hechos. Cabe destacar que al empresario se le realizaron cuatro pruebas en la misma clínica, de la que saldría desobedeciendo órdenes de la justicia.
La prueba de alcoholemia grado tres fue divulgada por SEMANA y obligó a las autoridades de la región a emitir un pronunciamiento en el que mantuvieron la versión de que Vives Caballero tenía grado dos de alcohol.
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La tercera oportunidad fue el traslado novelesco entre clínicas de la capital del Magdalena desobedeciendo órdenes de restricción emitidas por la Fiscalía. Vives Caballero mudó de la Clínica Perfect Body, lugar en el que fue tomada la fotografía, a la Fundación Santa Marta por el Niño, en donde le realizarían exámenes para determinar su salud mental.
En éste último centro médico, fue “visitado” por una juez de la República, Olmis Cotes, en donde le leyó el dictamen del Instituto de Medicina Legal en el cual se determina que la cárcel no es incompatible con las afectaciones mentales del empresario.
Durante la lectura, la juez Cotes informó de los padecimientos que sufrió Vives Caballero como estados de ansiedad y otros problemas de orden psicológicos. No obstante lo anterior, ninguno de estos trastornos le impiden terminar en un centro de reclusión. Esto, según la funcionaria judicial, podría ser tratado mediante terapias particulares o tratamientos permitidos por el sistema penitenciario.
Luego de las preguntas de rigor sobre el estado de salud de Enrique Vives Caballero, quien aseguró ante la juez sentir “mareo y somnolencia” lo que no le impidió reconocer, ante requerimiento de la juez, que se hallaba en compañía de delegados de la Procuraduría, la Policía y el abogado de una de las víctimas, la diligencia de imputación siguió su curso pese a que, según cuenta SEMANA, no hubo conexión a Internet para enviar el dictamen de Medicina Legal a las partes.
Los hechos
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Sobre las 2:00 de la mañana del lunes 13 de septiembre, Enrique Rafael Vives Caballero, quien viajaba en estado de embriaguez y a alta velocidad sobre el sector de la Gaira, en la ciudad de Santa Marta, atropelló a siete jóvenes que se desplazaban por la zona, arrebatándoles la vida a seis de ellos.
“El conductor cometió una imprudencia al conducir en estado de embriaguez, grado dos, confirmado y además en exceso de velocidad”, informó el comandante seccional de la Policía de Tránsito y Transporte de Santa Marta, el capitán Wilson Mendoza.
Las víctimas, quienes habían salido de una fiesta familiar con motivo de celebración del cumpleaños del único sobreviviente, un joven de 13 años, fueron identificadas como: Camila Romero, Leonor Romero, Juan Diego Álzate, Camila Martínez y Laura Valentina de Lima, quienes fallecieron en el lugar de los hechos, mientras que Rafaela Pertuz Zaneite, murió en una clínica de Santa Marta.
Sobre Brayan José Ángel, el menor de 13 años que sobrevivió, se conoce que se encuentra siendo atendido en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de la capital del Magdalena, debido a las graves lesiones que sufrió. Su defensa solicitó protección ante las autoridades por ser Ángel el único testigo del caso que conmovió al Magdalena.
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