Las imágenes estremecen con sólo verlas. Familias enteras, con sus niños, tratando de escapar por el campo de juego del estadio La Corregidora, mientras los barrabravas del Querétaro y el Atlas, intentaban cazarlos para descargar su furia. El partido entre los “Gallos Blancos” y los “Zorros”, por la novena jornada del torneo Clausura 2022 del fútbol mexicano, terminó siendo todo menos un partido de fútbol.
Se jugaba el minuto 63 del partido -ganaba Atlas 1-0 con gol del argentino Julio Furch- cuando en las tribunas comenzó un enfrentamiento a golpes entre seguidores de ambos clubes, ante la incapacidad e inacción de la Policía, que sólo atinó a abrir los accesos al campo de juego para que la gente pudiera ponerse a salvo entre los futbolistas.
Pero la cancha comenzó a llenarse de gente: algunas personas, entre ellas familias con niños, intentaban ponerse a salvo mientras otras llevaron la violencia al terreno de juego con más intercambios de golpes; a un costado del campo el módulo del VAR fue vandalizado, el monitor quedó destruido.
El vandalismo llegó a la cabina del VAR.
“Debido a las condiciones en el estadio, el árbitro central determina suspender el partido con el marcador: Gallos Blancos de Querétaro 0-1 Atlas”, informó la cuenta oficial de la Liga MX (Primera División) en Twitter.
Mikel Arriola, presidente ejecutivo de la Liga MX, lanzó también un mensaje de rechazo a estos acontecimientos: “Se castigará ejemplarmente a los responsables por la ausencia de seguridad en el estadio. íLa seguridad de nuestros jugadores y afición es prioridad!”.
Más allá de las imágenes que circularon por las redes sociales con hinchas del Atlas, principalmente, con heridas -algunas de ellas de gravedad- por el momento no había un reporte oficial sobre los hechos.
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