La Serena vive horas de tensión desde el dramático episodio que dejó Alejandro Cabrera Iturriaga, un joven sanjuanino de 17 años, desaparecido en el océano Pacífico. En medio del enorme despliegue de búsqueda, un nombre volvió a hacerse presente en la costa chilena. Se trata de Francisco Boldo, un trabajador de la construcción, que el lunes se arrojó al agua y salvó a cuatro miembros de la misma familia. Este martes, lejos de volver a su rutina, regresó al mismo punto acompañado por amigos equipados para bucear, decidido a colaborar una vez más.
Boldo, que se convirtió en una pieza clave del rescate inicial, explicó a la prensa local que su intención es ayudar a la familia que permanece en vigilia desde hace casi dos días. “Vinimos preparados para meternos al agua y hacer lo posible por encontrarlo. Queremos que la familia pueda tener paz”, dijo antes de comenzar una nueva inmersión.
El incidente que desencadenó esta búsqueda desesperada ocurrió el lunes cerca del mediodía, cuando 5 integrantes de una familia sanjuanina, que vive desde hace años en Chile, ingresaron al mar en una zona señalizada como peligrosa debido a las fuertes corrientes. Dos de los chicos habían llegado desde San Juan hacía apenas unas horas para visitar a sus seres queridos y, pese a las advertencias, todos se metieron al agua. En segundos, el grupo fue arrastrado mar adentro por un oleaje intenso que suele presentarse cada temporada en ese sector no habilitado para bañistas.
En ese momento, no había guardavidas activos en esa parte del litoral, una condición habitual en playas consideradas riesgosas. La corriente atrapó a jóvenes de entre 12 y 22 años, dejando a varios de ellos completamente indefensos.
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