REUTERS/Denis Balibouse
TOKIO – Giovanni Malagò es un hombre feliz. Siente que los Juegos de Milán/Cortina 2026 van bien encaminados, aún celebra el título de Italia en la Eurocopa de fútbol y ya está en Tokio, unos Juegos que podrían no haber existido. Si existen, dice, se debe sobre todo al presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, al que define como “un gigante”.
Y al gobierno de Japón, añade. “Un país muy serio que prefirió mantener la palabra dada a la comunidad internacional”, analiza en una entrevista con Around the Rings en la que da a entender que hay que evitar un optimismo prematuro de cara a los efectos de la pandemia del coronavirus que azota al mundo desde 2020: “Ya nada es como era”.
Durante la entrevista, Malagò habla en castellano, el idioma de su abuela y de su madre cubanas. Se siente, dice, muy cerca de los latinoamericanos (”tenemos la misma sangre”) y elogia al argentino Gerardo Werthein, miembro del comité ejecutivo del COI: “Tengo una relación muy, pero muy fuerte con Gerardo. Es un gran dirigente. En casi todo lo que hacemos en la escena internacional tenemos mucha complicidad, eso es muy importante”.
Carismático, ex integrante de la selección italiana de fútbol sala y gran amante del tenis, Malagò fue un hombre clave en junio de 2019 en Lausana en la victoria de Milán/Cortina para la sede de los Juegos de invierno de 2026.
– Milán/Cortina están a cinco años de distancia. De haberlos ganado antes y tener que organizar unos Juegos en estos meses, como los de Tokio o Pekín, todo les sería mucho más complicado, ¿no?
– Ya nada es como era. Esperamos que lo antes posible esta situación que estamos viviendo se termine, pero tenemos que hacer todos los días una actividad de pragmatismo. Hay que tener los pies fuertes en la realidad. El covid ha generado una serie de problemas muy importantes que tenemos que afrontar día tras día. Esa es la verdad. Unos Juegos Olímpicos son algo único, pero en épocas de pandemia son mucho más que únicos. Esa es la verdad.
– Dicen los expertos que vamos a tener que acostumbrarnos a epidemias frecuentes. ¿Cómo hará el deporte? Porque el deporte sin espectadores es menos deporte.
– Seguro, seguro. Los famosos expertos nos dicen que tenemos que acostumbrarnos a lo que está pasando. Yo no lo sé, no sé si en el 2022, 2023 o en el 2026, cuando sea Milano/Cortina, tendremos el mismo tipo de problemas, pero seguro, seguro que no es algo que se vaya a arreglar enseguida. Lo cierto es que todos los temas tenemos que terminar de decidirlos en el exacto momento en que se producen los eventos, porque no hay una regla de cómo proceder. Esa es la verdad. Tenemos que acostumbrarnos a algo que es muy difícil de aceptar.
– Tokio 2020 es en 2021 y sin espectadores, ¿qué opina?
– Ha sido una decisión difícil, pero que no podía ser diferente en este momento tan particular que el mundo vive debido a la pandemia.
– La Conmebol reveló que perdió 15 millones de dólares en la organización de la Copa América. Extraños tiempos del deporte hiper profesional, acostumbrado siempre a ganar dinero.
– Muy extraños. Pero, al mismo tiempo tenemos que reconocer que hay un país, muy, muy serio, que prefirió mantener su palabra a la comunidad internacional en el tema de los Juegos Olímpicos. Eso es muy importante y no es fácil reconocerlo.
– ¿Quiere decir que para Japón hubiera sido más fácil decidir no hacer los Juegos?
– Exacto, exacto. Hay algunas problemáticas locales en Japón que son muy particulares, pero al mismo tiempo han decidido mantener la palabra.
– Es la tercera economía del mundo y de los países más avanzados tecnológicamente. ¿Cómo se explica que Japón esté tan retrasado con la vacunación? ¿Les han dado a ustedes, los dirigentes olímpicos alguna explicación?
– Si. Hay una sola explicación: es un problema cultural. Si usted ve la mentalidad sobre la religión, las costumbres, la tradición y algunas reglas de vida… Otra vez: es imposible entender esto si no se es japonés. Esa es la verdad.
– ¿Cómo imagina el ambiente de los Juegos?
– Nuestra delegación, con 384 deportistas, es la más importante de la historia, con 47 por ciento de mujeres y 48 de hombres. Respetamos perfectamente la paridad de género. Lo que está claro es que todos tenemos que respetar religiosamente las reglas, porque es un país, y muy particularmente en este momento, que tiene que hacer una serie de imposiciones. pero es importante estar ahí, participar y ganar. Y eso es mucho más importante que las restricciones que imponen el gobierno y el comité organizador.
– ¿Qué se aprende de una situación que fue muy difícil para el comité organizador y el gobierno japonés, pero también para el COI y particularmente para el presidente Thomas Bach?
– Aprendimos que los Juegos Olímpicos son más fuertes que todo, más fuertes que algo que nadie podía imaginar.
– ¿Y qué puede decir de la actuación del presidente Bach en este ya largo año y medio desde que estalló la pandemia?
– Lo digo con mucha sinceridad: Bach, para mí, fue un gigante, un fenómeno. Porque todo estaba muy complicado, era muy complicado buscar la llave de la solución de todos estos problemas, que eran muy diferentes a los que se creían cuando apareció el covid. La mayor consideración de mi parte ante lo que ha hecho Thomas Bach para defender al COI y a los Juegos Olímpicos. Porque el COI es los Juegos Olímpicos.
– Usted tuvo un rol muy importante en la renovación del programa olímpico. ¿Qué le parecen los nuevos deportes?
– Esto es lo que están pidiendo los jóvenes, la nueva generación. Surf, skate, climbing… Es muy fácill de comprender. Hay que ver muy bien lo que quieren los jóvenes hoy, y creo que esto es una oportunidad muy importante para los Juegos de 2024, 2028 y posteriores.
– La pista de bobsleigh es eje de un debate en Milan/Cortina, ¿qué puede decir?
– Es lo que se llama legado, de Cortina del 60. Para nosotros es muy importante y es la demostración de que hay algo que puede arreglar lo que el tiempo había convertido en monumento. Ahora no, ahora es una instalación olímpica.
– Gastar 60 millones de dólares para una pista de bobsleigh, dicen muchos en Cortina, es innecesario.
– También es la oportunidad de hacer algo que va a ser muy importante para la región tras la competición.
– La relación entre el CONI y el gobierno de Italia no ha sido sencilla en los últimos tiempos. ¿Cuál es el involucramiento del gobierno en los Juegos de 2026 hoy?
– Ahora todo se está, lentamente, pero con mucha satisfacción nuestra, arreglando. Es una victoria de la autonomía del deporte.
– ¿Son diferentes las cosas a partir del cambio en la dirección del gobierno italiano?
– La relacion es muy, muy fuerte. Claro que cuando tienes un presidente como Mario Draghi, que hace de la actividad internacional y del prestigio y la reputación exterior algo clave, es muy importante para nosotros.
– Cuando se habla de Juegos de invierno se habla siempre del hemisferio norte. ¿Imaginó alguna vez Juegos de invierno en el hemisferio sur, dónde también hay nieve?
– Todo puede ser, pero no me parece algo muy fácil ahora. Y no puedo decir más, pero es mi opinión.
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